Desde la Comisión Europea, concretamente desde su Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural, han lanzado (hace meses) la propuesta de liberizar los derechos de plantación de viñedo en todo el territorio comunitario.

Vitis vinífera
Foto de Jose María Moreno en Flickr

Hasta la actualidad, la plantación de viñedo en la Comunidad Europea y por tanto en España, está limitada, de manera que sin unos derechos adquiridos no se pueden realizar nuevas plantaciones. El procedimiento actual, que bien conocen los viticultores, supone que antes de proceder al arranque de una plantación de viñedo, es necesario informar a las autoridades regionales de ello, para que así puedan concederse al propietario de la explotación, unos derechos de plantación por la misma superficie que se pretende arrancar, de manera que en un plazo máximo de 9 años (si no han cambiado la normativa) esos derechos deben ser utilizados o se perderán. Además, el titular tiene la posibilidad de transferir sus derechos a otro viticultor, generalmente previo pago de una cantidad de dinero (venta de derechos).

Las comunidades autónomas, en los últimos años entraron en una «guerra» por los derechos de viñedo con el firme objetivo de evitar transferencia de derechos a otras comunidades. Así, Castilla La Mancha se convirtió en una región exportadora de derechos hacia La Rioja y otras zonas vitícolas españolas, algo que se ha visto frenado en los últimos años por nuestro gobierno regional, pues estaba suponiendo la pérdida de una importante cantidad de derechos de viñedo, con la consiguiente desaparición de nuestro patrimonio vitícola y la debilitación de nuestras zonas vitícolas, como es el caso de nuestra Denominación de Origen La Mancha.

Desde nuestra pertenencia al espacio único europeo, hemos pasado por varios proyectos que han afectado a nuestra superficie vitícola:

  • Programas de abandono de viñedo subvencionados, para limitar el número de hectáreas en producción.
  • Programas de reestructuración del viñedo, fomentando la diversificación varietal de nuestro viñedo manchego. Allá por finales de los años 80 se comenzó con importantes proyectos de reestructuración con Cencibel y en años posteriores la introducción de nuevas variedades del panorama vitícola mundial, que han obligado a los Consejos Reguladores a adaptarse a ésta nueva realidad del viñedo manchego.
  • Concesión de derechos de plantación de viñedo por parte de la Comisión Europea a determinadas regiones españolas, generalmente para los jóvenes agricultores.

Y ahora, las intenciones son de liberalizar el viñedo comunitario a partir del año 2016, algo que muy probablemente afectará de manera negativa a nuestro viñedo de La Mancha, pues supondrá una deslocalización de las zonas tradicionales de producción, hacia otras zonas con mejores factores naturales que proporcionen una mayor rentabilidad productiva al viñedo, de manera que en La Mancha tendremos un fuerte impacto económico, social y medioambiental (impacto negativo, claro está).

Desde los diferentes gobiernos regionales implicados en la problemática de la liberalización están haciendo llegar a la Comisión Europea el malestar de nuestras zonas vitícolas, haciéndoles ver los graves problemas que supondría llevar a cabo ésta medida.

Ya veremos en que queda todo ésto.

@antonio_garrido

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