Parte del encanto de La Mancha reside en su gastronomía tradicional que consigue conquistar a los sentidos con sus sabores, texturas y aromas. ¿Qué sería la tierra del famoso hidalgo Don Quijote sin su queso, su aceite y su vino? Si visitas esta región estás obligado a probar un auténtico almuerzo manchego.
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Sabores al más estilo Fran Martínez
Este original y bonito platillo es obra del Chef Fran Martinez. En el quiere condensar o resumir los sabores de un almuerzo tradicional manchego, en el que hay patata, pimientos, huevos, pan y sardina salada. Al sabor le acompaña una presentación bien vistosa y original.
El bocado forma parte de los aperitivos que se sirven en el Restaurante Maralba, el único que ostenta una estrella Michelín en Albacete desde 2011. Y, como no, para que sea manchego al cien por cien le arrimamos una copa de buen vino Denominación de Origen La Mancha.
Almuerzo manchego y una copa de tinto
Contando con que es un bocado parte de los aperitivos recomendaría un vino tinto de corte tradicional, algo más maduro y redondo que un vino joven, estos vinos en la Denominación de Origen La Mancha son aquellos elaborados con el sistema tradicional, reforzado con los últimos avances tecnológicos. Guardan un punto de distancia y equilibrio entre los vinos jóvenes y los de crianza. Su vida natural es equiparable a un vino con crianza en barrica, pero su conservación ha sido en tinaja o en depósito.
Cencibel y la juventud
Apostaría por la variedad de uva Cencibel, sinonimia de la tempranillo, y llamada también ojo de liebre, tinto fino. Del país o jacibera es reina del viñedo de uva tinta. Tiene una maduración temprana (de ahí su nombre) y se utiliza mucho para producir vinos con cuerpo.
Sírvelo en una copa chianti
Idealmente serviría el vino en copa de cristal fino, tipo chianti, y a unos diez grados centígrados, menos de una cuarta parte de la copa permitiendo así agitarla y disfrutar de los aromas primarios de esta querida variedad de uva, y evitando así que el vino se caliente en la copa.
El sabor del vino tinto, junto a la receta de Fran Martínez, hacen de este almuerzo una experiencia muy manchega. Gracias a la combinación de sabores puede disfrutarse de La Mancha, una tierra de gastronomía única.
