En la culturan del #reciclaje, la segunda oportunidad es obligatoria para prácticamente cualquier objeto, que pasa de convertirse en residuo a elemento decorativo o utensilio de gran ayuda. Así les sucede también a los corchos, elemento natural (procedente del alcornoque, como árbol social del que viven muchas familias en España y sobretodo Portugal) y que cumple una función primordial desde hace siglos en el envase de las botellas de vino (y no solo vino).
Sin embargo, el corcho, en ocasiones, se convierte en ese gran olvidado del mantel, que termina “durmiendo el sueño de los (in)justos” en el cubo de la basura…junto a los restos de la comida sobrante.
Con manualidad y grandes dosis de imaginación se puede recuperar la función de los corchos, que además conservan para los nostálgicos winlovers el recuerdo de aquel vino que tanto placer nos aportó en la velada.
Se pueden conseguir interesante propuestas decorativas:
- Jarrones
Para ocupar rincones en lugares adecuados sin recargar en color, brillo o tamaño, y lo más importante, aguantan caídas sin hacer añicos como la porcelana china.
- Maceteros
Simpática y original puede resultar esta otra propuesta. Además, con un tamaño mini, puedes elegir su colocación y número. Los minimaceteros para cáctus son muy recurrentes para aprovechar la vida útil de un corcho.
- Vestidos
Puede ser hasta la más novedosa y alternativa. Si el corcho mantiene aislado al vino del exterior durante años, porque no va aislar los propios poros de tu piel. Como diseño de verano, puedes sorprender a más de uno, con un vestido semejante.
- Posavasos
Es como volver a darle una segunda oportunidad al corcho, donde todo terminó: en la mesa. Su función como posavasos evitará manchas indeseadas y quemaduras
- Corchos Memoria-USB
Si quieres darles dotar a tus archivos informáticos de un aspecto orgánico, este corcho USB puede alegrar los puertos de tu ordenador. Cumplen los requisitos de un buen pen drive: son pequeños y bajo peso.
