Cortezas caramelizadas.

Desde luego que no hay mejor manera de disfrutar un vino que con un rico bocado, la Gastronomía reúne tanto la cocina como las bebidas, y  especialmente el vino debería consumirse siempre en grata armonía junto a cualquier manjar, desde la mas humilde y sencilla propuesta a la mas elaborada y sofisticada propuesta de nouvelle cuisine, así lo entiendo y así lo promulgo.

El platillo que hoy nos ocupa es una creación de la Jefa de Cocina Teresa Gutiérrez del Restaurante Azafrán de Villarrobledo, Albacete, se trata del aperitivo que a modo de bienvenida sirven en el Azafrán, y que por supuesto recomiendo disfrutar junto a una copa de buen vino Denominación de Origen La Mancha. Se tratan de unas crujientes cortezas caramelizadas que harán disfrutar al afortunado degustador con ese dulce y salado crujiente, que encuentra su mejor aliado en una copa de vino blanco joven, en concreto, apuesto que un varietal de Sauvignon Blanc con todas sus características, porque esta variedad procedente de Francia que tiene un nombre derivado de viña salvaje, suele destacar por sus agradables aromas primarios, recuerdos a flores y fruta blanca y de hueso, equilibrada y con una grata acidez, suelen ser vinos de consumo recomendable el mismo año de su cosecha, mejor en los nueve primeros meses de su salida al mercado.

El vino blanco joven D.O. La Mancha que recomiendo será idealmente servido en una copa tipo chianti, de esas con forma de tulipán pero con la zona abierta estrecha para retener los aromas del vino, escanciando el vino a una temperatura cercana a los seis grados centígrados y poca cantidad, evitando así que se caliente el vino y, por supuesto cuidando que la botella tampoco se caliente.

Disfruta del vino con moderación, bien servido y en buena compañía, sabe aún mejor