Desde luego, también en verano, apetecen platos tradicionales como las gachas, y este de la fotografía es un aperitivo de los que dejan huella, porque nunca te esperarías una presentación así, ni con esa guarnición en el único Restaurante galardonado con estrella michelín de la ciudad de Toledo, así el Chef Iván Cerdeño demuestra su buen hacer y gusto por los sabores tradicionales de su tierra, La Mancha, lar de buenos vinos donde el mayor representante es la Denominación de Origen La Mancha, vinos de color y sabor universal!
Las gachas son de quitarse el sobrero, chapó en textura y sabor, además de coronadas por las huevas y un crocante que le aporta ese toquecito genial, y para que sea comer a dos manos, el tocino frito preparado para cogerlo con unas hojas y mojarlo en una salsa rica que acompaña como el resto, solo queda al mejor amigo de tal manjar junto a un buen Pan de cruz, una copa de vino Manchego, por supuesto.
Servidor recomienda un vino tinto crianza Denominación de Origen La Mancha, los vinos Crianza de la D.O. La Mancha son envejecidos un mínimo de seis meses en barrica, y mínimo dieciocho meses en botella posteriormente antes de salir al mercado, llamados popularmente “segundo año”. Todos los vinos que han sido sometidos a crianza sirven de acompañamiento ideal para carnes rojas, caza y quesos curados en la mesa, pero hay que distinguir diferentes modalidades de crianza, según el tiempo que el vino haya permanecido en la barrica. Y el crianza que recomiendo será servido en una copa con forma de tulipán, tipo burdeos, amplia y de cristal fino, y a una temperatura ideal de dieciséis grados centígrados, no sirviendo más que la cuarta parte de la copa para facilitar el remover el vino en copa, y permitir que exprese mejor sus finos aromas y aterciopelado paladar.
