En esta ocasión vamos a dar un paso más y del Reserva, como vimos en este otro artículo, vamos a pasar al Gran Reserva. También tendremos que utilizar un decantador, lo más importante en este tipo de vinos es que se oxigene correctamente y para eso además del decantador también existen las copas de balón, con las que se consigue que se oxigene el vino, y en el caso de no poder disponer del decantador o de copas de balón siempre se puede abrir la botella un tiempo antes para conseguir esta oxigenación.
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Vamos a catar este vino Gran Reserva con Denominación de Origen La Mancha
Como siempre empezamos por la fase visual. Si inclinamos la copa veremos su color, es mucho más apagado ya que al pasar un gran periodo de crianza en barrica y botella se le apagan los colores de la juventud y adquiere estos colores amarronados, teja que pueden llegar incluso a anaranjados.
En la fase olfativa de estos vinos, que son muy complejos, aparecen los aromas terciarios propios de la madera en ellos vamos a encontrar toques de vainilla, toques de madera propiamente además de especiados e incluso frutos secos. Son vinos muy muy complejos que se van aireando y van mostrando su potencial conforme va pasando el tiempo.
Finalmente en la fase gustativa notaremos el vino más equilibrado y redondo en boca, sin aristas, porque ha estado un tiempo reposando en botella y eso es lo que hace que se note esa diferencia con respecto a otros vinos más jóvenes. Además en boca se tiene que notar ese retrogusto con esos aromas que hemos percibido en la fase olfativa.
Este vino estimula mucho nuestras papilas gustativas y maridaría muy bien, por ejemplo, con carnes rojas, patés… un buen plato de carne le iría muy bien.
¿Qué te ha parecido el Gran Reserva? ¡Esperamos que te animes a probarlo!
Ya conocemos otro tipo de vino más para disfrutar en compañía y avanzar en nuestro camino de WineLovers y recuerda pedir las cosas por su nombre, ¡Pide vinos de La Mancha!
