El vinagre es posiblemente el peor compañero del vino, es un tema tabú a la hora del maridaje, pero un servidor vuestro se arriesga.
Después de muchos años al servicio como Hostelero, observo fácilmente el consumo de vino sin prejuicios ni tecnicismos, algo natural como disfrutar de un alimento tan sano como es una copa de vino no debería ser una prueba de conocimientos enológicos, sino el goce natural del carpe diem con lo que venga, así que hoy me la juego y apuesto por el salpicón de mejillones con un vino de La Mancha joven. Y es que no debe ser un plato tan sano y fresco como estas verduras y hortalizas con ricos mejillones el primer plato no maridado o armonizado con buen vino de La Mancha.
En primer lugar que los mejillones con vinagreta de verduritas no es muy ácido, y que es además de tapa habitual un entrante perfecto, sano, sabroso, ligero y con todos esos adjetivos no puede ser mejor armonizado que con una copa de vino, así que La Mancha tiene mucho que decir, y por el princípìo del maridaje recomiendo un vino blanco seco, si puede ser de una variedad de uva muy aromática como la Sauvignon blanc mejor, joven, frío y en copa no muy grande para que no se caliente durante el consumo, ese y el rosado goloso de Syrah, tan frutal y muy frío pueden ser la opción a refrescos y demás gases.
Espero bebáis vino bueno, y sin prejucios.
Salud y ¡mucha Mancha!
