Patata-trufada-con-setas-de-el-bodegon-de-daimiel

Cuando la materia prima es de calidad, el cocinero tiene casi todo el trabajo hecho, pero los grandes  Chefs se distinguen por conservar el buen gusto del producto enriqueciendo con su elaboración y, por supuesto presentación, es el caso de la fotografía donde el Chef Rubén Sánchez Camacho reúne en un plato patata, trufa y setas, todos productos muy apreciados pero con el toque maestro del que los conoce y respeta.

Este plato pertenece a un menú degustación, y se trata de patata trufada con acompañamiento de chantarella amarilla, gurumelo, perretxiko y aliño de aceite de cebollino y trufa negra rallada en la parte superior, algo tan sencillo y de sabor profundo, marcado, terroso y complejo, pide a gritos la buena compañía de un buen vino Denominación de Origen La Mancha, por su calidad.

La textura cremosa de la papa, el gusto terroso y complejo de la trufa y las setas están marcados y creo que una buena opción para armonizar este plato con vino sería un vino tinto de corte tradicional, esos vinos que en la D.O. La Mancha se maduran en deposito o tinaja sin paso alguno por  barrica de roble, son vinos maduros y complejos, longevos como uno con crianza en barrica.

Mi propuesta de maridaje para este plato es un vino tinto de corte tradicional elaborado con la variedad de uva Merlot, estos vinos suelen ser de bonito color rojo cereza violáceos, de aromas maduros y complejos que recuerdan a flores y frutos secos, ciruelas y algo de bajomonte, y en boca suelen ser aterciopelados, frescos, minerales, livianos y de postgusto largo, a la altura de este rico plato. Por supuesto este maridaje precisa de un servicio estupendo, así que el Merlot tradicional será bien servido en copa amplia tipo burdeos, de cristal fino y a una temperatura ideal de doce grados centígrados.

Gastronómicamente vuestro

Salud y ¡mucha Mancha!

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