De los peces planos de aguas profundas este pescado destaca por la cantidad de amigos que tiene, los comedores implacables de pescado lo conocen bien, de cuerpo comprimido y unas enormes espinas laterales, como un Punky en moto sin casco, y su rasgo más característico es ¡La Mancha!, una mancha oscura circular en la aleta dorsal que destaca de su color oliva amarillo. Esta Mancha le hace famoso por la leyenda que afirma son dedazos del Santo pescador Pedro, que en la tradición Cristiana afirma sacó monedas de oro del pez.
El tema culinario que es el que nos interesa, tiene miga, porque es un pescado sabroso que si cae en manos de artistas de la talla de Jose Antonio te hace filigranas como esta:
Lomo de Pez San Pedro asado, tallarines de calabacín y crema de chirivía
Con esa Presentación no queda más que quitarse el sombrero, aflojarse el cinturón y descochar una botella (o dos) de un buen vino, un vino de La Mancha por supuesto, y ¿cual? pues creo que un vino blanco joven puede estar muy bien, un rosado de los que salgan ahora en Diciembre también, a los del tinto se esperen a los jóvenes, pero con un espumoso brut de no menos de treinta y seis meses de crianza puede ser algo muy serio oiga! jejejeje
Gastronómicamente vuestro
Salud y ¡mucha Mancha!
