Buenos compañeros son el pulpo y la patata, cientos de recetas bienqueridas lo atestiguan y un seguro servidor vuestro da fe también, y este plato del Restorán Las Musas es un buen ejemplo de la práctica, pulpo asado sobre crema de patata también asada, mermelada de tomate y láminas de manzana verde, con un toquecito de aceite al pimentón, otro viejo amigo del cefalópodo.
Es todo un placer encontrar un pulpito tierno acompañado gratamente de las guarniciones antes citadas, el plato se convierte en un todo donde la cremosidad de la papa y el tomate junto la suave textura del pulpo se encuentran con un crujiente acento ácido de la manzana, todo un toque que le da la gracia a un plato ya rico por sí sólo. Pero para alcanzar el rango de obra de arte le falta el mejor condimento que conozco después de «el hambre», un buen vino, alguno que esté a la altura de cualquier circunstancia, recomendable por su buena relación calidad/precio, un vino de la Denominación de Origen La Mancha.
Armonizar este plato con un vino es sencillo tirando de juventud y frescura, así que en primera instancia un vino blanco joven de la variedad Sauvignon Blanc puede ser una buena opción, esta variedad procede de Francia, en concreto de la región de Burdeos y su nombre viene de unir las palabras salvaje (sauvage) y viña (vignon), también es conocida por otros nombres como fumé blanc, muskat sylvaner, puinechou y sauvignon blanc. Tiene una buena adaptación al clima seco aunque sea muy apta para fríos, y es conocida por producir vinos muy aromáticos y de buena acidez. Este vino blanco joven que recomiendo debería servirse idealmente en copa de cristal fino tipo chianti, a una temperatura cercana a los seis grados centígrados y disfrutarlo observando la buena evolución de sus aromas cada minuto que pase en la copa.
Gastronómicamente vuestro
salud y ¡mucha Mancha!
