Un alimento básico como el queso que dé tanto juego en la cocina y que sea tan sabroso y celebrado por los comensales en manos de un buen cocinero como puede hacer rozar el cielo a todo aquel que guste del sabor del queso, así que si le añadimos un rico vino, un vino de la Denominación de Origen La Mancha.
Dependiendo de qué queso se utilice será el vino que acompañe idealmente al plato, en este caso se trata de un queso D. O. Manchego tierno, elaborado a partir de leche cruda de oveja manchega goza de un sabor rico y profundo, persistente y una textura esponjosa, que al ser rebozado y frito se vuelve fundente con un ligero toque crocante y el sabor perdura aún más. El Chef Jose Antonio Pintado optó por añadirle una confitura artesanal de zanahoria, donde el gusto tan reconocible refresca un poco este plato, aportándole también aroma y color, que todo cuenta.
Un seguro servidor vuestro recomendaría desde una copa de espumoso brut que refresque con sus burbujas el frito a el ideal (para mí) vino tinto envejecido en barrica, y además de la frutal variedad Syrah que con su moderada acidez y el toque especiado de la barrica hará las delicias del afortunado degustador, sirviéndolo idealmente en copa no muy amplia de cristal fino y a una temperatura cercana a los 12/14ºC.
