De como un dulce tan tradicional puede tornarse un señor postre en las manos de un cocinero de postín, es el caso de la fotografía donde muestro la torrija caramelizada que elabora el Chef Jesús Monedero, joven gran Restaurador de La Mancha. Acompañado sabiamente de un vino Denominación de Origen La Mancha.
La torrija es un dulce típico de Semana Santa y cuaresma en España, se trata a grandes rasgos de Pan de varios días empapado en leche o vino endulzado con miel, rebozado y frito, glaseado abundantemente de azúcar y canela. Plato muy calórico que también se daba a las parturientas para recomponerlas del esfuerzo. En algunos lugares las llaman Torrejas y son como la tortilla de patatas, en cada casa hay una receta sin igual. Las fotografiada es sin duda una de las más ricas que he comido y se trata de una ligera y sedosa torrija caramelizada tostando azúcar en la superficie, lo que le aportas un toque crujiente y aroma característico, además de un acompañamiento de crema pastelera y frutillos rojos en su almíbar, un toquecito agridulce que hace de contrapunto y adorna el bonito cuadro.
Este Postre alcanza el rango de obra de arte si es bien acompañado de una copa de vino, a pesar de que tradicionalmente se sirviese junto a vasitos de mistela, vino con canela, vino de nueces e incluso algún licor, la opción ideal es un buen vino, y un seguro servidor vuestro recomienda un vino blanco dulce de corte tradicional, en concreto uno elaborado a partir de la variedad de uva Moscatel de grano menudo. Esta variedad es originaria de la cuenca oriental del Mediterráneo y, por tanto, adecuada a los climas cálidos. Poco vigorosa, racimo pequeño y de brotación temprana, con cierta resistencia a la sequía. Su baja producción, favorece la obtención de vinos aromáticos, fragantes y frescos, a la par que alcohólicos y de acidez alta, pero muy amplios y sabrosos en boca. Antiguamente era empleada casi exclusivamente para la elaboración de vinos dulces, pero hoy día se elaboran también excelentes vinos jóvenes secos o fermentados en barrica con cierto grado de azúcar. El vino que recomiendo sería servido en una copa tipo chianti de cristal fino y a unos ocho grados centígrados.
Gastronómicamente vuestro
salud y ¡mucha Mancha!
