Capuccino y oreo

Son los trampantojos una manera de enriquecer la cocina, de aportar algo distinto, la comida entra primero por los ojos y eso lo sabe bien Javier Chozas, profesor de cocina en la Escuela de Hostelería Toledo. Y con esa idea crea este curioso plato que recibe el comensal con sumo asombro:

Falso Capuccino de huevo a baja temperatura con Boletus y Queso Manchego y falsa Oreo de bacon, cebolla y trufa.

Se trata de huevo a baja temperatura con finísima crema de Boletus, un delicado aire de queso D.O. Manchego, y la galleta se trata de una masa quebrada con esencia de trufa y duxelle de beicon y cebolla, delicia que no aparenta para nada de qué se trata, sin dejar de ser apetecible, ahora sí que el trampantojo sería desconcertante del todo si al lado de la taza servimos una copa de vino, un buen vino, uno de la Denominación de Origen La Mancha. Ahí si queda desconcertado el cliente!, pero será sin duda el mejor acompañamiento para este curioso plato.

Las texturas suaves y cremosas de la taza y el gusto de la oreo invitan a acompañarlo de un vino blanco de corte tradicional o incluso un fermentado en barrica, yo apuesto por el segundo y creo que un chardonnay levemente sazonado con una fermentación en barrica de roble puede ser una gran idea, servido en copa tipo borgoña, amplia y de cristal fino a una temperatura cercana a los 8/10º puede ser todo un placer. A los incondicionales del vino tinto les recomendaría un tradicional elaborado a partir de la variedad Merlot, frutal y fresca, madurado en tinaja sin aporte de barrica puede ser la guinda de este pastel.

Gastronómicamente vuestro

Salud y ¡mucha Mancha!

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