El consumo de vino en las nuevas generaciones decrece debido al desconocimiento y la mala percepción
Uno de los nuevos retos a los que se enfrenta el mundo del vino es cómo atraer a los jóvenes consumidores. Las nuevas generaciones no suelen estar muy familiarizadas con el mundo vinícola, se desconocen características y se habla siempre del precio. En general es una mala percepción por parte de la juventud, que se debe a la falta de curiosidad y a la inexperiencia a la hora de catar un vino. Las tendencias entre los jóvenes mayores de edad suelen ser mezclar estos vinos con algún refresco, lo cual impide que se saboreen y se conozcan todas las características y los estímulos que despiertan los caldos, como los de La Mancha.
El consumo responsable debe extenderse también hacia los más jóvenes, quienes no están muy familiarizados con los vinos, debido generalmente al desconocimiento y la mala percepción. No hemos de olvidar que también ellos son consumidores potenciales de nuestros caldos. Los vinos, en estas edades, son vistos como bebida más tradicional y están ligados a un ámbito más familiar. No existe una preferencia, pero tampoco un rechazo extensivo, por lo cual es una buena oportunidad para ampliar la visibilidad y el conocimiento sobre las diferentes variedades y tipos que existen a lo largo y ancho de la península.
Los jóvenes toman vino de manera más esporádica y se tiende más a la mezcla. Las variedades de tinto son las que resultan más atractivas para estos nuevos consumidores, quienes desconocen la diversidad que ofrecen tanto bodegas como cooperativas. Una consulta realizada por Movimiento Vino D.O. (iniciativa de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas) refleja que los factores a los que más atención prestan los jóvenes a la hora de comprar un vino son la calidad en un 93% y la etiqueta de D.O. (74%).
Por lo tanto, ¿cómo llamarles la atención?
Los esfuerzos de la D.O. La Mancha también han ido enfocados a familiarizar a estas nuevas generaciones con las uvas y los caldos resultantes que ofrece la comarca manchega. De esta manera se han reforzado las catas y otros cursos dentro de la Universidad.
Otra manera de fomentar el consumo así como, en términos generales, una mayor ‘cultura del vino’, es ligarlo con otras expresiones artísticas y culturales, como el festival que se realiza desde hace varios años en La Roda, el Festival de los Sentidos en el que se combina la música con una amplia muestra y oferta de tapas, que siempre pueden ir vinculadas con unos vinos con aromas llamativos y que aportan frescor al paladar.
Otras oportunidades que se ofrecen también para los jóvenes son las diferentes catas que se celebran con asiduidad en la región, en las que se muestran diferentes vinos, con una amplia variedad de facultades y que resultan siempre agradables en boca. También existen diferentes aplicaciones, en esta revolución multimedia, para conocer más características de los vinos y que sirven como herramienta de entretenimiento así como de información.
Otro de los ganchos con más aprobación en los nuevos tiempos es el conocido como enoturismo, que nos permite encontrar nuevas experiencias y sensaciones. Esta es una oportunidad para conocer nuevos rincones, y descubrir de la misma manera los productos que existen en el lugar, así como nuevos sabores.
El vino es una bebida ideal y que resulta esencial en diferentes contextos. Las oportunidades que nos brindan diferentes bodegas y cooperativas de nuestra comarca manchega son únicas, y así deben de ser aprovechadas, para descubrir y adentrarse en el mundo de los vinos, adquirir nuevas experiencias y probar nuevos productos de nuestra tierra que siempre han estado presentes y que siguen siendo una oportunidad exquisita.
Valoran más la calidad que el precio
Son algunas de las conclusiones de la encuesta realizada en las redes sociales (donde han participado unos 1.000 jóvenes) dentro de la campaña ‘Movimiento vino’ promovida por CECRV (Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas) que tiene como objetivo acercar los valores del vino con Denominación de Origen al público joven.
La encuesta, realizada en el mes de junio, refleja que los factores a los que más atención se presta a la hora de adquirir un vino son la calidad (un 93%) y que el vino tenga Denominación de Origen (un 74%).
Resulta también relevante que para el colectivo de jóvenes consumidores de vino, se considera a las Denominación de Origen como “sinónimo de calidad” y preguntados por la importancia de que un vino la tenga, un amplísimo 96% lo considera como “fundamental” (47%) o “algo a tener en cuenta” (49%).
A la hora de disfrutar el vino, llama la atención que la gran mayoría prefiere compartir “el momento de tomar un vino D.O. es en un acto social y de disfrute y un 76% asegura que le gusta compartirlo con amigos y también con la pareja” (71%), según se desprende del estudio realizado por la CERV.
