La pintura nos muestra el momento del atardecer en La Mancha, el momento en el que los tejados se visten de dorado. Los tonos cálidos traspasan el lienzo.
Esta obra se sitúa dentro de la corriente impresionista, ya que tiene como objetivo plasmar la luz sin importar demasiado lo que la proyecta. También podemos observar cómo no se oculta la pincelada, podemos ver el recorrido del pincel por todo el lienzo.