Los bodegones han sido, son y serán fuente de inspiración en el mundo del arte. Son tan populares ya que aportan mucha libertad, con respecto a composición, a los autores. En la antigüedad, solían tener un simbolismo religioso o alegórico. En este caso, la obra muestra un bodegón que rompe definitivamente con lo tradicional. La variedad de colores y texturas le dan personalidad propia al cuadro.
Podemos decir que este cuadro pertenece al expresionismo. Se produce una deformación de la realidad para expresarla de una forma más subjetiva.