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Hombre podando una cepa. Los colores reflejan la personalidad del terruño.

El podador

Esta obra es hiperrealista. En ella observamos plasmada la realidad objetiva. El perfeccionismo de la obra está presente en todo momento.

La poda de la vid es un proceso muy importante. Es una práctica que tiene como finalidad limitar el crecimiento natural de la viña y orientarlo, obteniendo así una mejora del rendimiento y calidad de la uva. En el cuadro presenciamos cómo un agricultor realiza este proceso.

Rafael Abenójar Isunza

2001