Cuadrillas más pequeñas y en la mayoría de los casos familiares. Pequeños remolques con una o dos espuertas a lo sumo para cubrir una campaña, que este año será corta en producción y difícil “ya que este año no se encuentran ya trabajadores para la vendimia manual, el coste del gasoil y la subida de los precios, y más que corta se va hacer larga”, resumía Marta Lara, joven incorporada a la agricultura hace cinco años por tradición familiar.
Marta, agricultora: «Será una vendimia difícil»
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Variedad blanca airén, autóctona en La Mancha
Es la realidad de una vendimia, cuya estampa se refleja en la recogida de la uva blanca airén, la variedad blanca manchega por antonomasia que también ha acusado los rigores del verano. Como ha reconocido, Ángel, agricultor también en Arenales de San Gregorio, provincia de Ciudad Real, “no ha llovido apenas desde abril y esta parcela para ser de secano, bastante verde está”.
No obstante, aunque la merma productiva es considerable en el secano, la calidad de la uva no se ha visto del todo resentida. El estado sanitario del fruto es óptimo, como puntualizaba José Antonio Iniesta, de Campo de Criptana (CR) “la uva está sana y sin enfermedades”.
Son las primeras valoraciones en una vendimia que ha acusado el adelanto con respecto a otras campañas cuando la airén solía recogerse en la segunda semana de septiembre.
La variedad más cultivada en La Mancha
Después de la entrada de las varietales (Chardonnay, Moscatel, Sauvignon blanc), mucho más sensibles en ciclo de maduración, le ha tocado el turno a la blanca airén. Una variedad que define el cultivo familiar y extensivo en el viñedo manchego, con sistema de plantación todavía mayoritariamente en vaso, que en ocasiones ha traspasado décadas y generaciones.
De hecho, con más de 90.000 ha inscritas, la variedad airén es la más cultivada en los viñedos de la Denominación de Origen La Mancha.
