Posiblemente uno de los aperitivos más populares de entre la fritanguita que tanto nos gusta, suele servirse en la concha del mejillón y algo picante, el Tigre con vino de La Mancha puede ser una gran idea, como dice el gran Adolfo Muñoz:
(cocina+vino=gastronomía).
De los ingredientes debemos tener en cuenta la Bechamel, el picante y claro está, los mejillones. La presentación más común es friendo la crema empanada junto a las conchas de los mejillones, y esta vez el Chef Jose Antonio ha decidido darles la forma de unas croquetitas esféricas y de pequeño tamaño, lo que llamamos «de bocado» y el empanado lo hizo con Panko, una miga de pan de leche japonés que da una textura muy crujiente al freírse, y escurre bien el exceso de aceite.
A la hora de maridar unos mejillones tigre, no se me ocurre nada mejor que un rico vino de la Denominación de Origen La Mancha, y creo que un vino tinto envejecido en barrica, lo que llamamos popularmente «roble» es una de las mejores opciones, y si de la variedad Cencibel mejor que mejor, porque el carácter frutal de la variedad se enriquece con una crianza corta en barricas de roble habitualmente nuevas, o casi, que le aportan los aromas tostado y el tanino justo paraque prevalezca la juventud y el nervio capaz de armonizar bien con este yodado y picante manjar. sea pues en copa tipo chianti, no muy amplia y a una temperatura de servicio entorno a los doce o catorce grados de temperatura.
Gastronómicamente vuestro
salud y ¡mucha Mancha!