Hace poco descubrí el Kringel, un tipo de brioche trenzado de un modo peculiar que es natural de Estonia, y que una joven cocinera descendiente de Búlgaros nos obsequió durante un periodo de prácticas de cocina en el Restaurante donde trabajo, sabroso, curioso, intenso y muy rico!
El gusto predominante es de la canela, que con su aroma profundo marca el sabor, sazonado de toques melosos, cítricos de la ralladura de fruta, y en ocasiones uvas pasas… tan complejo como rico este dulce pide a voces una copa de vino, y en la Denominación de Origen La Mancha tenemos cientos de posibles maridajes, para todos los gustos!
En principio voy directo a recomendar un blanco Moscatel dulce, y bien sea joven o con leve paso por barrica, la acidez contrastada con la dulzura de una pasificación y/o vendimia tardía además de aromas florales, frescos, puede ser una experiencia gastronómica muy agradable! pero entiendo que algunos prefieren un vino seco o semi, para no llegar a lo que popularmente decimos «pan con pan» así que un espumoso semi elaborado a partir de Macabeo y Airén, puede ser un gran aliado.
Gastronómicamente vuestro
Salud y ¡mucha Mancha!