Latilla de Chocolate

El postre es un momento especial, delicado, debería ser el broche que cierra el menú, desde el más humilde melón o yogur en casa a la obra más refinada de un repostero, es, redundando, la guinda del pastel, y puede estar bien acompañado de un buen vino, un vino de la Denominación de Origen La Mancha, por su calidad.

Respecto al vino que acompañe al postre hay varias teorías, unas que si debe ser dulce, otras que espumoso, las menos que sea el tinto más viejo…. un seguro servidor vuestro apuesta que nadie piensa en qué postre y se están centrando en donde colocar ese vino, porque no puedes pensar en tomar ese tinto viejo con un postre agridulce o aquél blanco dulce ligero después de una perdiz escabechada o un estofado de ciervo, y creer que es un maridaje estupendo. O si… es todo cuestión de gustos.

El chocolate es un gran aliado de la buena mesa y los cocineros hacen virguerías con él, dándole mil texturas y enriqueciéndolo con otros productos y frutas, así es el caso de este que hoy nos ocupa:

Latilla de Chocolate untuoso con gelatina de Baileys, helado de vainilla, fresa y physalis 

Esta obra de arte del Chef José Antonio Pintado demuestra la versatilidad del chocolate, y los vinos de La Mancha ídem de ídem, porque si te gusta el espumoso desde el dulce al extra brut tienes lo que buscas. Si eres de tranquilos dulces, hay infinidad, especialmente blancos a partir de la variedad Moscatel, si eres incondicional del tinto, este se deja desde con los jóvenes a los Reservas, incluso hay rosados con un poco más de azúcar que harán las delicias de cualquier amante del vino, del chocolate y de las cosas bien hechas.

 Gastronómicamente vuestro

Salud y ¡mucha Mancha!

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