Bajo el título «Historias de una ciudad: las cuevas de Tomelloso», Ángel y Sergio Bernao han dedicado más de diez años a un trabajo de investigación sobre uno de los recursos más importantes de Tomelloso ligado al principal sector económico y social de la localidad, es decir el vitivinícola. Se trata de un libro que revisa la historia de las cuevas de Tomelloso, las cuales aun siguen presentes en numerosas de las viviendas de esta localidad manchega. En numerosas ocasiones, estas pasan inadvertidas al visitante, cosa contraria que ocurre con otro de los iconos de la enología también muy presente en Tomelloso: las chimeneas.

Para llevar a cabo su publicación han visitado unas 200 cuevas, de las cuales aun 40 están en perfecto estado. Estas cuevas que se empezaron a hacer en el subsuelo de Tomelloso allá por la mitad del siglo XIX permitían a los viticultores poder realizar la elaboración de sus propios vinos. En estas cuevas se disponían de seis a diez tinajas de barro, lo que llega a suponer una superficie total de unas 27 hectáreas de terreno excavado. Su uso comenzó a decaer a mediados del siglo pasado, debido a la aparición del movimiento cooperativo en el sector vitivinícola, pues la constitución de estas cooperativas facilitaba a los viticultores el disponer de unas bodegas con una tecnología enológica adecuada, que permitía obtener vinos en condiciones más óptimas y hacer un frente común en el proceso de comercialización de los mismos.

El mes pasado, el libro fue presentado en Tomelloso por parte de uno de sus autores, con la colaboración de diversas bodegas de Tomelloso y nuestro Consejo Regulador de vinos de la D.O. La Mancha. Recomendable lectura para conocer un poco más de nuestra historia enológica de La Mancha.

libro_cuevas

@antonio_garrido

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