De la importancia de el aperitivo no voy a decir nada nuevo, la primera impresión es la que marca el resto de la comida o, como dicen algunos, el que pega primero pega dos veces. El Chef Rubén Sánchez Camacho lo sabe, y su menú degustación arranca con este aperitivo sencillo a primera vista pero lleno de gusto y sensaciones:
Aperitivo de queso fresco de albahaca , polvo de jamón ibérico con tosta de parmesano
Así que el quesito fresco de oveja está aliñado con albahaca entre otras especias, que resaltan la textura y marcan un sabor intenso pero agradable, el polvo del jamón le aporta la textura y el punto sabrosón que junto a la galleta crujiente de parmesano pide un trago de buen vino para cerrar el círculo, un vino con identidad, un vino Denominación de Origen La Mancha.
Teniendo en cuenta los parámetros anteriores, un seguro servidor vuestro pasa a recomendar un vino blanco para armonizar con éste aperitivo de El Bodegón, y en concreto apuesto por un vino joven elaborado a partir de un coupage, dos variedades de uva que ya es un clásico en la enología Española, la aromática Sauvignon Blanc y la fresca Verdejo en este caso la unión hace la fuerza y el carácter amable y floral, muy pródigo en aromas que recuerdan flores y fruta de hueso se ensambla amablemente en un abrazo fraternal con la variedad blanca más de moda, Verdejo y su característico paladar untuoso y fresco.
La condición indispensable para que un vino exprese todo su carácter es que esté bien servido, y el que propongo hoy idealmente será escanciado en una copa amplia y de cristal fino, cerrada por la boca tipo borgoña, a una temperatura cercana a los cinco o seis grados centígrados, poca cantidad para evitar se caliente el vino en la copa.
Gastronómicamente vuestro
salud y ¡mucha Mancha!
