Es uno de los entrantes más solicitados allá donde se oferte, el queso frito es una delicia al que cada maestrillo le aporta un toque especial y diferenciador que suele coincidir en el aporte de algo dulce y ácido, que le aporte frescura a un producto graso que es una debilidad para los amantes del queso. Este que hoy nos ocupa es un plato del Restaurante Las Musas y se trata de Queso Manchego rebozado y frito, servido sobre un esponjoso pan de aceituna y regado con una mermelada de aceite de oliva y decorado con polvo de aceituna negra, ahí es nada!
Este suculento platillo se merece un vino de calidad, y procedo con mi recomendación de un vino de la Denominación de Origen La Mancha, vinos de color y sabor universal. Seguro que un vino tinto joven puede ser una buena opción, en concreto un servidor vuestro apuesta por un vino elaborado a partir de la variedad de uva tinta Syrah, también conocida por Shiraz y que es una uva procedente del valle del Ródano y que se adapta muy bien a los climas cálidos, produce vinos jóvenes ligeros y muy afrutados que servidos decentemente en copa no muy grande tipo burdeos, a una temperatura cercana a los doce grados centígrados puede ser una agradable armonía con el queso frito. A los incondicionales del vino blanco les propondría una fresca Viura, llamada también Macabeo, Blanca de Daroca, Alcañol y Macabeu, y que en La Mancha produce vinos frescos de aromas herbales y maduros, bien servidos en copa tipo chianti a una temperatura entorno los seis u ocho grados puede ser otra buena opción de maridaje, degustando los dos productos de la mejor manera, observándolos, oliéndolos y saboreándolos poco a poco, sorbo a sorbo, bocado a bocado.
Gastronómicamente vuestro
Salud y ¡mucha Mancha!
