Hay platos para todos los gustos. En los Restaurantes, pese a la impresión individual de cada uno, están reflejados los gustos de una mayoría. Esta se expresa en las comandas, porque plato que no se pide o da problemas, se elimina de la carta. El Tatin de Foie relleno de cebolla caramelizada y cubierto de toffe es un ejemplo de plato polémico

En su tiempo fue un propuesta difícil de vender, pero tiene fans indiscutibles, que lo piden y lo recomiendan a los escépticos que se niegan a la propuesta tan dulce.

El crujiente del hojaldre, la textura del foie y el aroma del toffe hacen de este plato un reclamo para los amantes del dulce, servido caliente es un entrante que rompe con la monotonía.

Maridaje y servicio

Ahora, lo mejor es la compaña o maridaje, que en mi caso recomiendo vino espumoso de calidad, siempre y cuando este sea de la Denominación de Origen La Mancha y la calidad está garantizada. Sus burbujas le dan un toque divertido, un maridaje bastante original, pudiéndose maridar con otros vinos como un blanco joven o un tinto Crianza.

El vino espumoso, si lo que se busca es rozar el Edén con los labios, debe estar servido a baja temperatura, bien fresquito, a unos 7ºC, quedando en libertad esas burbujas que tanto nos gustan. A parte, lo más conveniente sería servirlo en una copa de tipo flauta.

Antes de concluir con este buen maridaje, hacer una observación. Pese a que se tiene los vinos espumosos como caldos de brindar y poco más, son vinos que tienen mucho que ofrecer. Son juveniles, juguetones y frescos. No nos limitemos solo a descorchar una botella cuando la ocasión se torna especial, abramos una botella y probemos a maridarlo con distintos sabores. Seguro que nos acabamos aficionando a sus aromas y sabores.

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