Una de las mejores sensaciones que existen es verse enganchado por un libro. Sumergirse en sus páginas, emocionarse con cada una de sus palabras y acompañar a los personajes de las novelas como si fueras uno más consiguen transportarte a mundos y vivir grandes historias sin ni siquiera moverte del sofá. No hay nada tan gratificante.
Pero, ¿y si lo acompañas con un buen vino? Obviamente cada género literario tiene predilección por un vino; No todos los vinos maridan con todos los géneros.
Debemos juntar novela y vino para conseguir una experiencia única. Por ello, Aquí te dejamos las combinaciones perfectas y 7 novelas para disfrutar junto a vinos de D.O La Mancha.
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Tempranillo: ¿hay mejor vino para el terror?
Los matices de un tempranillo son ideales para novelas policíacas como las del escritor japones Edogawa Rampo. Otras obras que saben mejor si se acompañan con este vino pueden ser las novelas de misterio (Inferno de Dan Brown o La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón); Sin embargo, su mejor aliado es el terror.
El juego de Gerald, Stephen King
El terror y el suspense acentúan los sabores de un tempranillo, por lo que El Juego de Gerald del Stephen King, rey por excelencia del terror, es muy buena opción. No os preocupéis, no es gore.
La novela cuenta la historia de Jessie y Gerald, un matrimonio que decide tomarse un fin de semana alejados de la rutina para reavivar la llama del amor. No obstante, lo que comienza siendo un juego de pareja convierte en una pesadilla para Jessie, quien queda esposada a la cama mientras presencia como su marido muere de un infarto. Su única salida es lograr escapar.
Romanticismo, velas y un vino rosado
A menos de que juntes el romanticismo y los vampiros, sueñes con Christian Grey o que estés leyendo Ana Karenina de León Tolstói, en cuyo caso la mejor opción es un vino tinto, el romanticismo encuentra a un gran compañero en los vinos rosados. Esas novelas románticas que, además de ser empalagosas, están escritas con humor.
El diario de Bridget Jones, Helen Fielding
Esta novela trata básicamente de los amores y desamores de la divertida Bridget Jones, una treintañera soltera que vive acomplejada con su físico y su vida sentimental.
La frescura y ligereza de un rosado, junto a su elegancia y versatilidad, hacen que sea el vino perfecto para saborear mientras te ríes de la torpeza de su protagonista.
Fantasía con toques de espumoso
Extrovertido y burbujeante, el vino espumoso es el mejor acompañamiento cuando nos adentramos en mundos gobernado por dragones y otros seres extraordinarios. Sus burbujas lo convierten en la representación vitivinicola de la felicidad y la alegría, razón por la que estás obligado a descorchar una botella y ponerte una copa antes de comenzar a leer.
La emperatriz de los etéreos, Laura Gallego
Pese a que la historia está ambientada en un mundo helado, el espumoso sigue siendo la mejor opción con la que acompañar a este libro.
La protagonista de la emperatriz de los etéreos es una joven fuerte y orgullosa, que no duda en abandonar su poblado en las profundidades de la tierra cuando se entera que su amigo Aer sale en busca de la famosa emperatriz. Con una buena acogida por la crítica, la pureza de la novela conjuga con las burbujas del espumoso.
Un saga que combina con los espumosos de la mancha es Memorias de Idhún, también de Laura Gallego.
Literatura juvenil y vino blanco: el maridaje perfecto
El toque fresco de los vinos jóvenes blancos hacen que sea perfecto para novelas con un carácter divertido, pícaro, juvenil. Da igual si es seco o afrutado, su naturaleza y su sabor, junto a una buena historia, terminan por conquistarnos.
Peter Pan, James Matthew Barrie
El vino blanco tiene bastante con Peter Pan: travieso pero al miso tiempo dulce. No existe vino mejor con el que enfrentarse al Capitán Garfio.
¿Quién no conoce la historia de Peter Pan? Es más, Disney llevo la novela de Matthew a la gran pantalla en los años 50. Aun que no es la única adaptación que se ha llevado a cabo. Tanto si lees el libro como si ves alguna de las películas, debes servirte una copa de vino blanco.
La más cruda acción junto al tinto
Toda aquella acción algo lúgubre marida con uno de los tintos más oscuros: el Cabernet Sauvignon. Así pues, este tinto combina con la acción y las escenas sangrientas como la boda roja en Juego de Tronos.
Canción de fuego y hielo, George R. R. Martin
Los Lannister seguro que estarían de acuerdo (son todos muy aficionados al vino). Todas las batallas de juego de tronos, la tensión que provocan, son un gran tentempié para un Cabernet Sauvignon. Sus toques frutales, sus taninos fuertes y su acidez, junto a su cuerpo y estructura, nos transportan al norte del muro.
Clásicos con una copa de Gran Reserva
Son vinos de tiempo en crianza, la fuerza de los Gran Reserva parecen provenir de otra época, al menos de otros años… ¿Por qué no disfrutar de la nobleza de un Gran Reserva mientras viajas por las páginas de grandes clásicos de la literatura?
La familia de Pascual Duarte, Camilo José Cela
Los Gran Reserva son vinos cálidos, de modales nobles y rotundos, algo que complementa a la perfección las palabras de Camilo José Cela.
Uno de los títulos más famosos de Cela es La familia de Pascual Duarte. El libro cuenta la historia de un campesino que desde la cárcel escribe todas las penurias que vivió a lo largo de su vida.
Ponte una copa de Gran Reserva y déjate llevar.
Don Quijote de La Mancha, Miguel de Cervantes
¿Hay algo más manchego que el Quijote y Gran Reserva? Elegante, como nuestro Hidalgo favorito a lomos de Rocinante, los Gran reserva acentúan la historia de Cervantes con un sabor de lo más manchego.
Literatura y vino son compatibles, incluso su fusión pueden llevarnos a olvidarnos de todos los problemas por un rato.
Así que, ya sabes: descorcha una botella, sírvete una copa de vino y sumérgete en un buen libro.
