La cantaban los poetas y mucho antes, ya en la Antigüedad Clásica, su llegada era motivo ritual de bienvenida. Primero, en honor a Dionisio, divinidad griega, más tarde popularizada en Baco y sus opulentas fiestas.
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La vendimia en la historia
Desde la antigüedad, una Fiesta
Hay textos que documentan la celebración de las vinalias, una celebración festiva para los romanos vinculada a la vid. En concreto, la vinalia rustica se celebraba el 19 de agosto, rogando a la divinidad por la maduración de la cosecha. Incluso, el Flamen Dialis era el sacerdote encargado de realizar la ofrenda votiva en el Altar de Júpiter, estrujando el racimo del primer mosto de la cosecha. Si comparamos la ofrenda del primer racimo, las costumbres no han cambiado tanto en nuestros días, y son muchos los pueblos que veneran a sus patrones y patronas con el pisado del primer mosto.
Siglos después, a pesar del empuje de los pueblos bárbaros (más doctos en la cerveza), con la Edad Media el Cristianismo (bastión en monasterios de la cultura) convirtió en sagrado el vino, como la más pura esencia. Infinidad de citas tomadas de los evangelios en el Nuevo Testamento aluden a la viña y sus frutos. Un carácter sacro que tornaría por el culto pagano a los dioses clásicos con el Renacimiento en Italia.
La tradición arraigada en La Mancha
De ahí a los siglos posteriores el cultivo de la vid fue transformando su presencia en la vieja Europa, hasta sumergirse en los contextos industriales del siglo XIX. La Mancha catapultó entonces su influencia en los mercados vecinos de la villa de Madrid, siempre en paralelo a las vías de vertebración del trazado ferroviario.
Una fisonomía y comportamiento culturales que han permanecido, en ocasiones inmutables en el devenir de las generaciones. Despierta la actividad tras el descanso estival para muchos pueblos, la propia estación otoñal llama al repliegue social de nuestras costumbres. Menos horas de sol en el exterior con temperaturas más frescas, invitan a un mayor sosiego en casa. Entra juego la propia naturaleza y es momento entonces de recoger con júbilo el trabajo viticultor de todo un año.
Al alba despiertan las cuadrillas de mozos y mozas en aquella vendimia de antaño, (todas a una, sin distinciones) para seguir devotamente al manijero.
“Que no quede ni un racimo
que se escape a vuestra vista,
que no corte vuestra mano
y el cuévano no reciba.”
Entre verdes hilos, se confunden sus colores. Blusón oscuro, azul otras, pañuelos de hierbas, rostros cubiertos, que protegidos recuerdan al pasado arábe, evitando el castigo del sol.
Antropología cultural en la vendimia de antaño
Llegan a nuestra mente viejas coplillas de la vendimia de antaño, fértiles en recuerdo, preñadas del cancionero popular, picaras y lisonjeras, vitales y lozanas:
“Dame un racimo tú misma
mocica que cortas uva
que viniendo de tu mano
siempre la encuentro madura”
Parten incluso más lejos para no volver en días. De mula y quintería, juntos mula y gañan, pasarán veladas. Reposarán sus cuerpos, cansados, al caer el día, de tez morena, curtida de trabajo, mitigada en el trago largo de vino en bota, siempre alivio en las jornadas.
En carros y tartanas después marcharán peregrinos al lagar. Era la vendimia de antaño.
Del tributo y regalo de la tierra, el mosto, por San Andrés vino será. Ahí, será otra fiesta, la que preceda al invierno, la que esperan los cristianos, la que celebran las familias, brindando en Navidad.
Gracias a La Mancha Wines por darnos a conocer estas buenas fotos de aquellas vendimias de antaño de las que no abundan muchas instantáneas de calidad.
Saludos.
Ángel.
Nada se dice de los dolores de espalda de los primeros días de vendimia, los cuales se pasan con los días, pero con todo y con eso a mi, particularmente, era una de las cosechas que mas me gustaban. Algo que con la modernización se esta perdiendo.
De esta parte de la historia del mundo rural desconocida para nuestra juventud, es muy importante artículos como este e imágenes en donde la maquinaria no esta presente , el esfuerzo de la mujer y el hombre en caminos de tierra junto ala mula enganchada en el carro