Bizcocho-de-Calabaza-y-helado-de-Anís--Restaurante-Granero-700

Cuando llega el postre el cocinero debe «venirse arriba» y sorprender con la guinda que corone todo el trabajo anterior, además, el postre de la fotografía es obra del Chef Jose Antonio Pintado, y se trata de un bizcochito de azafrán y helado de anís estrellado con crema de chocolate, la textura esponjosa y tierna del bizcocho, donde el aroma tan intenso, agradable y característico del Azafrán de La Mancha se ensambla con el cacao y el anisete del helado, cremoso y refrescante. Así que este es un momento de inflexión donde suele terminarse el vino que acompañó al plato anterior, en ocasiones se acompaña de un vino dulce, o espumoso como es costumbre de brindar con “burbujas” al final del festín, y un seguro servidor vuestro aprovecha para recomendar un rico vino de la Denominación de Origen La Mancha, por su calidad. Así que mi recomendación será un espumoso semiseco elaborado a partir de las variedades de uva Airén y Macabeo, las permitidas por la D.O. La Mancha. Los vinos espumosos Manchegos son generalmente blancos, pálidos y brillantes, con espuma compuesta por burbujas pequeñas y persistentes. Su aroma es afrutado y limpio. En boca resultan frescos y equilibrados, con amplia y limpia vía retronasal. Propongo así servir este buen vino en una copa que no sea las habituales “flauta”, apuesto por las copas con forma de tulipán o chianti, de cristal fino y que pronuncien menos las burbujas y resalten la calidad del vino dejando sólo que brille el carbónico integrado en el vino, que será servido idealmente a cinco grados centígrados. La copa tipo flauta posee la virtud de acentuar el frescor y mantener mejor la baja temperatura del vino espumoso, además de tener mucha menos capacidad e invitar a servir menos evitando así que suba la temperatura del vino.

Gastronómicamente vuestro

Salud y ¡mucha Mancha!

 

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