En La Mancha gozamos de una carne excelente, si bien conocido es el cordero una ovación merece el cabrito, carne tierna y sabrosa, en manos de un cocinero de la talla de Fran Martinez el cabrito lechal adquiere la forma que muestra la fotografía, dorado y apetitoso, solo precisa de un buen vino D.O. La Mancha para rozar la perfección gastronómica.
En estos casos la elección es sencilla a primera vista, un vino tinto, pero en los matices está lo mejor de mi oficio y creo que tengo varias propuestas muy válidas para acompañar este estupendo plato. Así que la primera sin duda sería un vino tinto reserva D.O. La Mancha, que son los vinos criados un mínimo de doce meses en barrica y veinticuatro posteriores en botella como mínimo antes de salir al mercado, llamados popularmente como “tercer año” son vinos que guardan el carácter frutal pero sazonados con una larga crianza y resultan redondos y hechos. Estos vinos servidos en copas amplias de cristal fino entorno a los quince grados serían ideales. Mi segunda oferta sería un tinto envejecido en barrica, aquel que se suele llamar “roble” que en la D.O. La Mancha son aquellos vinos procedentes de la campaña actual o anterior pero con una crianza en barrica de roble no inferior a sesenta días, así que una explosión de fruta aderezada con el toque breve de una barrica que le aporta aromas tostados, vinos vigorosos y sabrosos, también aptos para este rico plato pero más indicados para los amante de vinos jóvenes con una importante carga fruta, idealmente servido en copas amplias de cristal fino a una temperatura de doce grados centígrados.
Bebe buenos vinos Denominación de Origen La Mancha bien servidos y en buena compañía, saben si cabe, aún mejor!
Gastronómicamente vuestro
Salud y ¡mucha Mancha!
Me ha gustado mucho. Intentaré hacerlo.