La cocina de Plinio

Tomelloso rinde homenaje a su escritor con una ruta gastronómica que recupera los platos del recetario manchego descritas por García Pavón.

La gastronomía en la obra de García Pavón 

Unas primeras líneas de cualquier obra de García Pavón son suficientes para descubrir toda la sabiduría popular que rezuman sus textos. Sus personajes destilan la paciencia estoica de los tiempos de antaño, cuando las tareas (del campo) no restaban ápices de esfuerzo, pero se afrontaban con la serenidad, rural y cotidiana, sosegada y generosa en el trabajo, que a lomos de sudor y años, curtían la vida de generaciones.

Es la postal de pincel y costumbre que mágicamente retrató (e interpretó) López Torres, otro genio del pasado siglo XX. Es el escenario por el que deambulan los personajes y la trama de las obras de García Pavón. 

“Hacer las migas con las que se desayunaban  los labradores manchegos, especialmente en vendimia, tiene su rito y mecánica”

Humor a raudales no falta en García Pavón, pero con sumo respeto; el mismo guiño y cariño que llevó a acercarse a sus paisanos, lejos de la fría disección científica. Porque García Pavón escribió de La Mancha desde su propia identidad manchega.

Solo así se explica la riqueza cultural y antropológica que desborda cada historia, cada capítulo, cada minuciosa descripción del escritor manchego en el retrato singular de sus congéneres. 

Desde esa cercanía, el lector (turista y gastrónomo) paladea aquellas recetas más tradicionales para sumergirse en una experiencia cultural (casi mística y reverencial) que llevará a peregrinar por los mismos rincones y escenarios que pisará Plinio.

Tributo hostelero  a García Pavón

Cerca de una docena de locales quieren rendir su particular homenaje al escritor en el centenario de su nacimiento. La propuesta es dispar como sugerente, a gusto de todos los públicos.

Nada más sugerente para el viajero, que podrá degustar en armonía los mismos platos que describe García Pavón en sus novelas.

Podrán disfrutar  desde los platos más tradicionales como jamón y quesos manchegos, hasta las mencionadas migas y gachas de pitanza. Sin olvidar, claro está aquellas chuletas asadas de cordero que hacían las delicias sobre las brasas.

Incluso no faltarán propuestas como las pizzas, un aliciente italiano que han sabido castellanizar con maestría algunos establecimientos de la conocida Avenida Huertas en Tomelloso.

Todo ello, por supuesto, en consonancia con los vinos DO La Mancha, consustanciales siempre a las descripciones culinarias de García Pavón