Los sabores tradicionales bien mezclados y mejor regados
De la sardina el lomo, marinado para que sus sabores resalten lo más natural posible, con toda la textura de una parocha bien limpia de espinas y en trozos ni muy grandes, ni muy pequeños.
La verdura asada con cuidado de los cortes, que son la madre de la textura resultante, así el pimiento en juliana y el calabacín en láminas, la berenjena en panadera y todo en un punto de asado justo, que deje lo mejor de sus cualidades al paladar.
La hora de los detalles, lo que hace un plato especial, desde regar el plato con un aceite de oliva virgen extra de la variedad Cornicabra, a acompañarlo coronándolo con una quenelle de hueva de Arenque en salazón, pasando por pintar el plato con una pincelada de concentrado de cabeza de Carabinero con esos toques yodados, una pizca de Salmorejo al lado para poder tocar el bocado, y terminarlo con una vinagreta suave con láminas de almendra y piñones tostados. Toda una obra de arte oiga!.
Ahora llega mi momento, y con mi Mancha de mi corazón de la mano os recomiendo un vino para favorecer en medida de lo posible este manjar que lo es.
Propongo de corazón un vino de la Denominación de Origen La Mancha, y para los sabores tan ensamblados y parejos creo que un blanco fermentado en barrica de la varieadad aromática y fresca sauvignon blanc es probablemente la opción que favorezca a ambos, plato y copa, y a los incondicionales del tinto un Cabernet Tradicional, estable y frutal, maduro y sin madera.
Gastronómicamente vuestro
Salud y ¡mucha Mancha!
