En la mañana del día 1 de abril, un grupo de 24 alumnos estadounidenses (Instituto para los Estudios Europeos de los Estados Unidos), procedentes de distintas universidades norteamericanos y que se encuentran en España realizando un curso de Dirección de empresas, ha visitado la Zona de Producción de La Mancha. El objetivo de la vista era conocer de primera mano el modelo organizativo de empresas vitivinicultoras de la región,  cooperativas agrarias y empresas particulares.

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Estadounidenses en la toledana Entremontes

En primer lugar visitaron Bodegas Entremontes, una importante cooperativa toledana con sede en Quintanar de la Orden. La bodega cuenta con la infraestructura de prensas neumáticas más grande del mundo, lo que facilita la obtención de vinos de gran calidad.

Su enólogo, José Antonio Fernández, expuso al grupo las particularidades de la cooperativa y los estudiantes quedaron muy sorprendidos por el importante volumen de vino elaborado por la bodega y por su alto número de socios (más de 1.000 que cultivan miles de hectáreas de viñedo).

De Toledo a La Mancha conquense

Posteriormente se dirigieron a Finca Antigua, una impresionante bodega ubicada en una finca con más de 400 hectáreas de viñedos propios en el término de Los Hinojosos (Cuenca).

Fina Antigua cuenta además con una espectacular nave de crianza en la que se almacenan miles de barricas. Dispone una gama de vinos muy reconocidos en restauración y que se exportan a infinidad de países, así lo explicó la encargada de relaciones públicas, Rosa Martín. También insistió en que Finca Antigua es una bodega que pertenece a un importante grupo empresarial. La compañía tiene varias bodegas en distintas denominaciones de origen españolas.

Alcázar: el broche de oro

Por último, los universitarios norteamericanos acudieron a la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha en Alcázar de San Juan. Allí los responsables de prensa y del departamento de exportación, Ángel Ortega y Lorenzo Serrano, respectivamente, mostraron a los visitantes las instalaciones y el Museo del Vino.

Los alumnos estadounidenses tuvieron la oportunidad de degustar un blanco joven de la variedad Airén, la predominante en La Mancha. Su paladar pudo disfrutar de dos vinos más: un Tempranillo de 2010 y un crianza de 2006.

El grupo también pudo disfrutar de una comida manchega en la cocina típica del Consejo Regulador. Desde la sede del Consejo, los estudiantes se dirigieron a la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana, donde concluyó su visita cultural.

Tanto los profesores como los alumnos valoraron muy positivamente la calidad de los vinos manchegos. Confían en sus enormes posibilidades para afrontar los mercados exteriores, como Estados Unidos, donde la cultura española y el Quijote cada vez son más conocidos y valorados.

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