El Ivicam organiza un Curso que pretende revalorizar las variedades de uvas más tradicionales y desconocidas como instrumento en el fortalecimiento del carácter de los vinos regionales.

Probablemente, no hay bebida (de contenido alcohólico o no) que contenga códigos de comunicación más internacional que el vino. Cuando catamos usamos los mismos lenguajes para ensalzar los aromas, el color o el paso por boca de un determinado vino. Expresamos la misma admiración para definir los toques frutales o florales en un blanco, mientras que la madera lleva a percibir las mismas sensaciones tercerías en un paladar americano, australiano, español o francés. Precisamente, ha sido la viticultura francesa aquella, que por supervivencia o (quizás, más enconada defensa de sus tradiciones viticultoras) la que ha más ha extendido su influencia al resto de viñedo internacional. La filoxera pulverizó su viñedo, pero ello no ha evitado que hoy variedades como las blanca chardonnay, la sauvignon blanc o las uvas tintas como la syrah, la merlot y sobretodo la cabernet sauvignon hayan cruzado mares y fronteras para instalarse en las señas de calidad de cuño internacional. Cierto es, que en zonas como La Mancha, algunas de ellas se han implantado con carácter y terroir, dando lugar a vinos de gran expresividad aromática, más aún, cuando ensambladas han contribuido a enriquecer el universo de coupages con una inmensa riqueza expresiva.

Sin embargo, los mercados globales también pueden dar lugar a una saturación de oferta. Hay rincones y consumidores (por ejemplo, Estados Unidos), donde comienza a apreciarse la sinceridad varietal de los viñedos, valorando el respeto a las propias tradiciones. Por supuesto, que gustan de catar chardonnay, cabernet sauvignon o merlot…pero la inquietud en estos winelovers, le lleva también a descubrir nuevos vinos. Puede ser, claramente la oportunidad definitiva para variedades aún por explotar en sus posibilidades como la uva blanca airén.

Pero los nombres resultan más interesantes si les mencionamos a la albilla dorada, el azargón, la jarrosuelto o el tinto fragoso, la gallera negra y el Moribel, en tintas. Variedades casi todas ellas, completamente desconocidas, incluso para el profesional.

Molinos Alcázar con viñedo DO La Mancha

Por este motivo, el Ivicam ha organizado un curso para el 26 de abril  que analizará el comportamiento agronómico de sus vinos en la última añada 2015, su caracterización fenólica, cromática y sensorial así como sus posibilidades organolépticas para vinos espumosos.

Más información disponbile en el Ivicam con 70 plazas disponibles: http://bit.ly/1qDM3JP el Ivicam

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