A través del perfil en Facebook de «Vinos el Yugo» correspondiente a la Cooperativa Cristo de la Vega de Socuéllamos, descubro una iniciativa novedosa, sorprendente y prometedora: la incorporación del vino a la dieta de las vacas que serán sacrificadas para consumo de carne.

Bajo el nombre de Vinbovin, ésta iniciativa parte de un enólogo francés de la región región de Languedoc-Rousillon. Su propuesta es añadir a la dieta de las vacas que serán sacrificadas en 3-4 meses una dosis de 1,5 litros de vino, acompañada de cebada, heno y suplemento de uvas. Tras meses de seguimiento y análisis, se ha podido comprobar un incremento en la calidad de la carne obtenida de los animales así alimentados. Los expertos culinarios que han probado la carne hablan de una carne de excelente calidad, muy tierna, suculenta y que al ser cocinada tiene la propiedad de ser caramelizada.

Foto de Maraker en Flickr

Y todo ello, por la mejora en el apetito y en la felicidad de los animales, pues existe una relación contrastada entre lo feliz que es el animal y la calidad de su carne. Parece ser que las vacas son unas excelentes enófilas que saben apreciar las bondades de un buen vino.

Y no hay que olvidar el lado positivo que supone incrementar el consumo de vino, de manera que podríamos llegar a tener un consumo per cápita de humanos y un consumo per cápita de res vacuna. Sería interesante aplicar éste modelo en nuestro país. ¿será en el futuro una de las soluciones a los excedentes productivos de nuestra viticultura?

Hay que puntualizar, que la incorporación del vino a la dieta de éstos animales, ha supuesto incrementar tres veces el coste de la alimentación y por tanto supone un incremento en el precio final de la carne.

Esperaremos posibles aplicaciones en el futuro en nuestro país.

Más información en El Confidencial.

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