Los vinos DO La Mancha presentes en una interesante exposición sobre la década de los años 80 y la movida madrileña
Si hay un referente cultural que ha marcado la historia reciente de la España democrática es la movida de los años 80 y su cristalización en la capital madrileña.
Una corriente artística que irrumpió con fuerza, inundando como soplo de aire fresco la inspiración creativa de aquellos años hasta alcanzar prácticamente todas las esferas de la sociedad, que por aquel entonces, despertaba a la modernidad, vital y exuberante, desenfadada y sin corsés, para devorar con avidez “adolescente” los nuevos cambios que venían de occidente.
Aunque la España ye-ye de los 60 fue un adelanto de esa revolución creativa, la movida de los 80 fue la definitiva ruptura con los anquilosados moldes de comportamiento social todavía subyacentes en la sociedad del régimen tardofranquista.
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Expansión creativa en los primeros ecos de la Transición
En paralelo a una sociedad contemporánea que se hacía adulta a marchas forzadas, deambulando (ejemplarmente) hacia una transición democrática de manera pacífica, la movida de los 80 supuso un tsunami creativo que transformó radicalmente los viejos contextos de consumo cultural.
Han pasado más de 40 años de aquella movida que tuvo su epicentro en Madrid, pero que supo extender su fuerza centrípeta a otros ámbitos del territorio nacional. Sus diferentes manifestaciones se han convertido en tendencia, mito y leyenda y algunos de sus artistas en auténticos tótems de las presentes y posteriores generaciones.
Fue, como afirma el comisario de la muestra, José Tono Martínez, “una suerte de momento y movimiento creativo vital, cultural, y social de participación popular que cambió las reglas del juego de lo que entonces se entendía como cultura, hasta entonces patrimonializada por élites tradicionales”.
Artistas de los años 80
Aunque la expresión fue grácilmente acogida en la música, también se manifestó en muchos otros palos del arte.
Un breve muestrario recoge, del 9 de septiembre al 12 de octubre, en la prestigiosa galería de arte Ansorena (coordinada por Cristina Mato) con esta exposición Los Félices años 80 y la movida de Madrid aquel espíritu que dinamitó las reglas del juego en España.
El visitante (más complice en aquellos que peinan canas y se acercan a la década sexagenaria…) podrá identificarse con muchos de los artistas presentes. El elenco es generoso aunque muchos de ellos son de firma póstuma para una generación estigmatizada en los excesos:
Carlos Alcolea, Luis Eduardo Aute, Victor Aparicio, Luis Baylon, Darío Álvarez Basso, Dis Berlín, Rafael Cidoncha, Antonio Bueno, Berta Cáccamo, Carlos Bloch, Domingo J. Casas, Ceesepe, Nacho Criado, Costus, Javier de Juan, Gonzalo de la Serna, Florentino Diaz, Pepe Espaliú, Kiko Feria, Juan Ugalde, Darya Von Berner, Juan Ramón Yuste, Txomin Salazar y muchos otros.
Vinos de La Mancha, presentes
Casi que podríamos decir que testigos de aquellos nuevos rumbos de los años 80, los vinos de La Mancha también despertaron paulatinamente a los mercados.
La creación del Consejo Regulador Denominación de Origen La Mancha, en 1973, fue solo la punta del iceberg de un modelo de cambio y una transformación económica que vería sus frutos, varias décadas después con la progresiva profesionalización de sus bodegas y el despegue comercial definitivo a comienzos del siglo XXI.
Los vinos DO La Mancha rinden homenaje a los años 80 y la movida madrileña con su presencia en la inauguración de la muestra en la galería Ansorena.
Una selecta muestra de vinos manchegos se pudo degustar durante el cóctel de bienvenida a los asistentes.
Sin duda, un gesto más del compromiso de los vinos manchegos por el mundo del arte y la cultura.