Japón y su devoción por el Quijote

Si hay un país que siente una profunda admiración por todo aquello concerniente al Quijote, es Japón.

Por respeto a sus tradiciones con un estricto sentido del honor y la responsabilidad, el país del Sol Naciente profesa una veneración ritual hacia la figura del Quijote, cuyo código de caballería encuentra ciertas similitudes con la nobleza del código Bushido seguido por los samurái.

Instruidos en el Quijote

“Bajan del autobús como si llegaran a un santuario. Para ellos es realmente emocionante estar junto a uno de estos molinos de viento; incluso creen que algunos de ellos fue el mismo con el que batalló el propio Quijote”.

Así describen en Campo de Criptana, Ciudad Real, la devoción ferviente que profesa el turista llegado de Japón cuando pisa La Mancha y rememora en su retina el capítulo VII de la inmortal novela, uno de los pasajes más conocidos con mayor simbología y metáfora de la literatura universal:

¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.

—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras⁶: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

 Hasta no hace muchos años, en tiempos prepandémicos, raro el fin de semana en la que cualquier viandante no se viera sorprendido por la visita de uno estos autocares japoneses. Cámara en mano de la tecnología y el dominio tecnológico del que hacen gala, retrataban el instante para el recuerdo, capturando instantáneas fugaces de un lugar y un momento, sagrado para todos ellos.

El turista japonés, aun procedente del bullicio urbano (la densidad de población en Japón es tres veces superior a España) y una frenética actividad laboral que les convierte ser una de las sociedades más competitivas y trabajadoras del mundo, posee una profunda inclinación en su cultura hacia un turismo más sosegado.

Ahí es donde La Mancha y su Quijote como destino de interior ofrece un escaparate único. Según datos aportados por el propio consistorio (de hace más una década)

Campo de Criptana recibía más de  25.000 visitas de turistas procedentes de Japón.

Una vinculación de La Mancha con el país nipón que se ha ido estrechando con lazos cada vez más profundos.

Código Bushido, la disciplina samurái

Cultura con gran apego a sus tradiciones, el código bushido es algo más que una recopilación de normas para el buen comportamiento. Es toda una filosofía de vida practicada con espiritualidad, disciplina y compromiso que prácticamente se puede aplicar a todas las esferas de la vida.

Traducido como “camino del guerrero”, el código bushido fue practicado por los samurái durante siglos. También enmarcado en la Edad Media, como sucediera con el noble código de caballería, (de la que El Quijote es deudor) los estamentos más nobles de la sociedad feudal japonesa vislumbraron en este código unas reglas de conducta inquebrantables, hoy, incluso aplicadas en el honor a la ética de educación y corrección japonesas.

Siete normas para el samurai  

Como sucede en la civilización occidental, de cuna judeocristiana, el siete es también un número sacro en oriente. De hecho, siete son las virtudes que debe poseer todo guerrero samurái:

1. Justicia (Gi) El samurái debía tomar la decisión más acertada, sin contemplar la tibieza en su juicio. La honradez debía regir su criterio.
2. Coraje (Yu) Como sucedía en el código de caballería medieval, el samurái afronta con valentía el desafío, acude siempre en ataque frontal a la batalla. Sin embargo, ha de hacerlo con inteligencia, fuerza y decisión.
3. Compasión (Jin) En el equilibrio de espíritu y cuerpo, al que sol ose llegan con el entrenamiento y la disciplina, el samurái solo encuentra significado a su fortaleza en la virtud de su compasión y ayuda a los demás, especialmente a los más desfavorecidos.
4. Respeto (Rei) La armonía es el principio que rige la vida de un samurái, solo entendida desde el respeto hacia todo aquello que les rodea; incluso hasta el peor de sus enemigos debe ser contemplado con respeto.
5. Honestidad (Makoto) La palabra es sagrada para el samurái, que no acepta la deshonra de una promesa desvanecida por el tiempo y la dejadez.
6. Honor (Meiyo) Es el juez supremo, el que dicta la conciencia samurái. Salvaguardar su pureza es, en cierta manera, un recuerdo del honor medieval (y romántico, ya en el siglo XIX) que separa a la nobleza de sangre del comportamiento villano.
7. Lealtad (Chuugi) Dentro del marco feudal, el samurái cumple con una relación de vasallaje desde la lealtad hacia su superior, con una fidelidad similar a la de un aprendiz escudero con su señor. Esa fidelidad se rige en vida con la severidad de todo acto.

Varios continentes y océanos separan a La Mancha de Japón, a miles de kilómetros de distancia, en el océano Pacífico. Es más, a pesar de los siglos y la aparente sima cultural que pueda abrirse entre aquella sociedad castellana del Siglo de Oro (de la que el propio Cervantes se burla con acidez en su personaje más importante: el hidalgo, el caballero de la triste figura) y la sociedad asiática, la capital novela de Cervantes demuestra, sin embargo, su valor universal, como rasgos más inherentes del ser humano.

Solo así, una vez desgranadas las siete virtudes del samurái, es fácil entender como en Japón, muchos se identifican con las aventuras del hidalgo caballero. El mismo que trató de “desfacer” entuertos, combatir “gigantes” y perseguir el ideal más puro de la belleza (Dulcinea) fue, sin embargo, vilipendiado con escarnio de sus contemporáneos.

Es la eterna paradoja de aquel que llaman “demente” y “raro” por su juicio, formación e inquietudes literarias.

Mercado en crecimiento para los vinos DO La Mancha

Como reconoce alguno comercial responsable de las bodegas manchegas, “es más fácil llegar a un lugar y presentarte cuando ya conocen, al menos, la silueta del Quijote”. Así sucede en Japón, donde las campañas de promoción internacional han venido siendo más intensas en los últimos años.

El país nipón es, pese al retroceso superior al 21 % tras los efectos de la COVID-19 en el 2020, el principal mercado extracomunitario (solamente superado por China en Asia) con 1.532.964 botellas.