La última revisión de los registros y bodegas inscritas en el Consejo Regulador indica que el número total de hectáreas se ha reducido en un 5,12%, pasando de las 179.063 has a las 169.900 desde enero de 2010 a enero de 2011. También se ha producido un descenso en el número de bodegas, que han pasado de 276 a 256.
Puede parecer paradójico que este descenso de hectáreas y bodegas acogidas coincida con un incremento en la comercialización de vinos con Denominación de Origen, pero en ambos casos tiene una explicación lógico.
Por un lado, los planes de arranque de viñedo de los últimos años han hecho que se eliminen cerca de 11.000 hectáreas de Airén y algunas otras de Garnacha y Moravia. A parte, se ha producido un incremento generalizado y porcentualmente muy alto en el resto de variedades, que incide en el criterio de diversificación varietal del que hoy puede presumir La Mancha.
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Bajan los viticultores
El número de viticultores también ha pasado de 19.074 a 18.067, lo que se traduce en una reducción del 5,28% en un año.
Esta disminución se entiende por los planes de arranque, que propiciaban el abandono del viñedo a la gente de mayor edad y con explotaciones poco competitivas. De hecho, otra de las particularidades que está viviendo el viñedo manchego es la concentración parcelaría, que hace que los viticultores tengan explotaciones de mayores dimensiones y, por lo tanto, contribuyan a que haya una mayor profesionalización del sector.
La participación de bodegas también se ha reducido
En cuanto a las bodegas, la crisis ha hecho que algunas, pequeñas y poco competitivas, haya cerrado. Se han producido, además, fusiones entre cooperativas de la misma localidad o pueblos limítrofes.
No obstante, otras bodegas, a pesar de la crisis y la dura reforma de la OCM, han sido capaces de mantenerse y crecer. A veces ha sido a costa de mermar de forma importante su cuenta de resultados. Pese a todo, la demanda de vinos manchegos de calidad es creciente.
Bien seguro es que las bodegas han sido capaces de soportar la situación de los dos últimos años con dignidad. Ahora tendrán armas para ser capaces de conquistar nuevos mercados, siempre apelando a la calidad del vino y la capacidad de producción, que antes de ser percibida como un lastre debe serlo como una ventaja competitiva que nos permite ofrecer lo mejor al mejor precio.
De hecho, el número de empresas embotelladoras, exportadoras y productores de Crianza han reducido muy poco. Así pues, deja claro que la tendencia a la exportación y la apuesta por la calidad son ya na constate en las bodegas de nuestra zona de producción, que no tiene vuelta atrás.
Seguro es que La Mancha es una denominación de origen de referencia mundial en el mundo globalizado en el que estamos cada vez más inmersos; Las ventas de vino han crecido un 3,2% en 2010.
Los viñedos inscritos en la D.O
Volviendo al viñedo, comentar que actualmente hay en esta denominación de origen 122.709 hectáreas de Airén (-8,1% con respecto a enero de 2010), 2.097 de Macabeo (+7,5%), 1.684 de Verdejo (+17,7%), 1.269 de Sauvignon Blanc (+22.7%), 722 de Chardonnay (+44,68%), 233 de Moscatel (+27.3%), 61 de Riesling (+5,1%), 43 de Parellada (=), 22 de Pedro Ximénez (+340%9 17 de Viognier (+54,5%), 14 de Gewürtraminer (+100%), 2 de Torrentés (=) y 194 de otras/experimentales.
En cuanto a las tintas hay 26.727 hectáreas de Tempranillo (Cencibel), lo que supone un 0,48% más que el año anterior, 4.577 ha de Garnacha (-3,14%), 3.063 de Syrah (+17,4%). 2.917 de Cabernet Sauvignon (+6,6%), 1.717 de Morabia (-13,13%), 1.038 de Merlot (+5,9%), 292 de Monastrell (+92,7%), 278 (+3,7), 70 de Graciano (+100%), 35de Cabernet Franc (+66,6%) y 24 de Malbec (+33,3%).
Si la división la realizamos por provincias, Ciudad Real ocupa el primer lugar con 81.203 hectáreas (7.706 viticultores), seguida de Toledo con 36.0003 hectáreas (4.381 viticultores), Cuenca con 33.921 hectáreas (3.912 viticultores) y Albacete con 18.773 hectáreas (2.068 viticultores).
