En ocasiones, cuando nos encontramos ante un vino, nos aparecen algunos interrogantes , ¿vino para beber o para guardar?
El tópico de que el vino mejora con el tiempo y que tenemos que dejarlo envejecer por largo tiempo antes de beberlo, no siempre es así. Ocurre lo mismo con personas que envejecen muy bien, otras si llegan a dicha vejez pueden estar más delicadas. Por supuesto que no todos los vinos son iguales y cada uno de ellos ha sido elaborado para un consumo más o menos tardío. Podríamos decir que casi un 8% de la producción mundial de vino está destinada a la “guarda”, con esto consideramos que el resto de vinos son para un consumo a mas corto tiempo. Esto depende de las defensas propias del vino: el grado, la acidez y los taninos. Cuantas más tenga, más «fuerte» será y por ello más armazón tendrá para protegerlo por años.
Mucha gente guarda vinos en casa atendiendo al tópico, sobre todo esperando una gran ocasión para tomarlo. Dicha ocasión especial muchas veces no llega y si llega puede que sea el vino el que ha quebrado en el camino.
Por supuesto que tendremos en cuenta si el vino que vamos a comprar es para un evento especial, si fuese así sería ideal el saber qué menú vamos a tener para elegir unos vinos acorde a él.
En la DO La Mancha poseemos vinos para cada momento y situación. Los vinos jóvenes y frutales tanto blancos,rosados como tintos… incluso sus espumosos destinados al consumo temprano y actual. También se puede disfrutar de los vinos frescos,modernos y alegres. Por otro lado, los reservas y grandes reservas, sobre todo estos últimos, van más destinados a cierta guarda que nos mostrará a un vino más íntegro y domado de ese tanino, un vino para meditar.
¡Que disfruten del amplio abanico de vinos de la DO La Mancha!
