Manantial del vino y cuna de genios creativos del arte, Tomelloso es hoy parada obligatoria en la Ruta del vino del vino de La Mancha

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Historia y origen de Tomelloso

Tierra de paso, cruce de caminos y sedimento de culturas, La Mancha no ha permanecido impasible al paso de los siglos. Las crónicas de sus municipios se escriben ligadas a la repoblación medieval cuando todavía el Guadiana era frontera frágil.

La historia de Tomelloso es relativamente joven. Como subraya su propio ayuntamiento “se comenzó a poblar en 1530 en tierras baldías de la villa de Socuéllamos, en torno a un viejo pozo utilizado por los pastores de la zona para abrevar a sus ganados (el pozo Tomilloso)”.

Bombo en Tomelloso , foto cedida por 'Saber sabor'
Bombo en Tomelloso , foto cedida por Saber sabor

Sería aquí, en esta encrucijada ventajosa de caminos “en la confluencia de un ramal de la Cañada Conquense con la vereda que se dirigía a Alhambra, y muy próximo al Real Camino de Carreteros que conducía a Valencia y Murcia.”,  donde surgiría el embrión de uno de las municipios con mayor población de Castilla La Mancha (sin ser capital de provincia).

Como sucede en La Mancha, las tierras de Tomelloso están vinculadas al señorío, dependiente de la Orden Militar, en este caso de Santiago. Serían unas “quinterías de labor de vecinos de Socuéllamos para explotar esas tierras baldías a las que pronto se unirían nuevas quinterías de vecinos de villas cercanas”.

Naturaleza emprendedora

Durante el siglo XVI, sus jurisdicción estuvo sujeta a la vecina Socuéllamos, aunque pronto se destacarían en Tomelloso “esos primeros pobladores, aumentados con nuevos propietarios y con jornaleros atraídos por la posibilidad de obtener trabajo, consiguen facultad para poder tener ayuntamiento, alcaldes y regidores”.

Aunque los siglos posteriores jalonan un tiempo de disputas judiciales, no sería hasta 1769, bajo la corona Borbónica, cuando Tomelloso adquiera su villazgo independiente.

Los mejores años de prosperidad económica y social estarían por llegar en el posterior siglo XIX. Vid, ferrocarril y empuje industrial convertirán a La Mancha en un foco de crecimiento con un ciclo expansivo de su demografía.

Chimenea de antigua alcoholera en Tomelloso
Chimenea de antigua alcoholera en Tomelloso

Se añade además los efectos de la filoxera en el viñedo europeo, por ende español. Su relativo aislamiento jugó una baza del viñedo manchego permitiendo a sus plantas de pie franco resistir hasta bien entrado el siglo XX. Tomelloso refleja el crecimiento vinícola como alternativa productora al viñedo europeo, carcomido por la plaga.

Chimeneas, faros testigos del progreso

Son agujas impertérritas  del tiempo, que parecen arañar el cielo azul manchego, recordando al viandante el pasado reciente manchego. Se las puede encontrar, prácticamente en los rincones más inusitados del trazado urbano tomellosero para convertir una calle anodina y cotidiana en manso y pequeño refugio de recuerdo.

Las chimeneas reflejan el crecimiento exponencial del desarrollo económico que tuvo el sector manchego durante el siglo XIX. Entonces la variedad blanca airén, resistente, prolífica y agradecida, se convirtió en la materia prima base para el alcohol vínico.

Las chimeneas resaltan en la fisonomía urbana de Tomelloso
Las chimeneas resaltan en la fisonomía urbana de Tomelloso

Esa ramificación de la producción vinícola multiplicó las posibilidades económicas de la comarca manchega redoblando la demografía en poblaciones como Tomelloso.

Como explica Joaquín Patón, en la guía de la ruta que recorre las doce chimeneas de Tomelloso, sería “una destilación enfocada a la obtención de aguardiantes y destilados con alto contenido alcohólico y destilación enfocada también a la producción de holandas y aguardientes, más esmerada y artesanal, y cuya elaboración se conservan los la mayoría de los componentes naturales del vino”.

¿Qué función cumplían?

En el proceso de destilación, estas grandes chimeneas ejercían su papel catalizador en la obtención del alcohol, evacuando los humos de las calderas de combustión a una altura suficiente para evitar la polución a ras de suelo.

Construcción

Como si fuesen maestros artesanos de una catedral medieval, la construcción de estas chimeneas era una tarea altamente especializada, no solo por su dificultad técnica, sin también porque “se traban de los elementos más visibles, emblemáticos y bonitos de la propia destilería”. Ello explica sus formas esbeltas y cónicas.

Estaban elaboradas con ladrillo y “mortero especial, hecho de arena, cal y cemento, debido a las altas temperaturas que soportaban”.

Pincel, vino y gastronomía

La inquietud artística en Tomelloso ha sido una realidad latente en el reciente siglo XX. En la retina del imaginario popular manchego quedan reflejados los trazos de Antonio López Torres y Antonio López García.

Tío y sobrino, respectivamente, genios creativos de la pintura contemporánea cuyos cuadros forman parte de las cristalinas señas de identidad de la idiosincrasia manchega.

Museo López Torres de Tomelloso
Museo López Torres de Tomelloso

El primer referente  fue Antonio López Torres, cuyo museo homónimo expone gran parte de la obra del pintor tomellosero fallecido en 1987.

El realismo es patente retratado con ternura, sencillez y gesto rudo pero amable. La maestría de López Torres radica no solo en su trazo firme, sino en la capacidad vital y lumínica que atrapa toda la atmósfera de sus cuadros. Al llamado “pintor de la luz” fue testigo de los delicados años de la posguerra en La Mancha.

'Niños jugando con bolas'. 1947. Museo López Torres
‘Niños jugando con bolas’. 1947. Museo López Torres

Sin embargo, quizás inspirado Millet, pintor francés del siglo XIX, sus cuadros reflejan la dignidad cotidiana y entregada a las tareas agrícolas, las mismas que durante años presenciara en su juventud en Tomelloso.

Detrás de cuadros como Niños jugando con bolas o El Podador reside la candidez y el trato humano a sus personajes, que se entregan sus labores y pasatiempos con la naturalidad estoica de la posguerra en el mundo rural.

'Podador manchego'. 1946. Museo López Torres
‘Podador manchego’. 1946. Museo López Torres

De maestro a discípulo, como familiar que denota una vocación afín, su sobrino, Antonio López García, quiso seguir sus pasos en la pintura, llevando con una pintura hiperrealista a cotas internacionales el nombre de Tomelloso.

Nostalgias de carros y reatas

A los viajeros que aprecian las huellas del pasado, Tomelloso ofrece retazos de su historia más reciente con un Museo etnográfico que bien vale una breve visita. El Museo del Carro nació en los años 60 para dar cabida a los aperos de labranza, enseres y diverso material agrícola.

El apego que se tiene entre los más mayores por las mulas es casi reverencial. Por eso, fruto de la dedicación y el cariño que profesan en la Asociación de Amigos del Museo del Carro, el Museo presenta una muestra con aquellos carros que fueron testigo y sustento de aquellas largas jornadas de trabajo en el campo.

Museo del carro en Tomelloso
Museo del carro en Tomelloso

La visita es recomendable sobre todo para los escolares para que palabras como “reata”, “quintería” no caigan en el olvido de lo que fue el trabajo de nuestros ancestros.

Yantar de armonías

Dentro de la Ruta del vino de La Mancha la parada pasa por el restaurante La Antigua, regentado por Luis Olmedo.

Se trata de una “casa típica manchega que conserva el original con el encanto de su patio de luces”. Sin perder por ello, el recuerdo a nuestros ancestros, el comensal viaja a la cocina tradicional manchega con toques de fusión y tendencia.

Luis Olmedo con un plato maridaje
Luis Olmedo con un plato maridaje

Aquí, el vino juega un papel primordial. “Nuestros camareros deben estar preparados para orientar al cliente en la elección de un vino”, remarca Olmedo.

Bodegas en la Ruta del vino de La Mancha 

Vinícola de Tomelloso

Fundada en 1986 por 28 familias viticultoras, Vinícola de Tomelloso refleja el crecimiento en calidad y modernidad de los vinos manchegos durante el último cuarto del siglo XX.

Partiendo del respeto a las tradiciones y la inversión en nuevas tecnologías, Vinícola de Tomelloso supo adaptar  su viñedos más autóctonos a las demandas del mercado internacional con una adecuada readaptación varietal.

 

Principales marcas: Añil y Torre de Gazate

Visitas: enoturismo@vinicoladetomelloso.com o teléfono (+34 926 513 004)

Bodega Almazara: Virgen de las Viñas

El tamaño sí importa cuando nos referimos a Virgen de las Viñas, la mayor cooperativa vinícola de toda Europa. Fundada en 1961 por un ramillete de agricultores tomelloseros es  capaz de molturar cerca de 200 millones de kilogramos de uva en una campaña vinícola.

Cantidad en consonancia a la calidad, sus 23.000 hectáreas conjugan también la tradicción de sus airén y tempranillo con nuevas variedades que tan buena acogida está teniendo en el consumidor como el chardonnay o la merlot.

El Museo Infanta Elena además cobija interesantes exposiciones temporales y permanentes fruto de la vocación artística de una entidad que encuentra en la pintura la adecuada armonía con el vino.

Principales marcas: Tomillar Jóvenes, Tomillar Crianzas y Reservas y Tomillar Vintage

Visitas: atencion.cliente@vinostomillar.com

Tomelloso en la Ruta

www.selfietour.es

www.sabersabor.es

Citas para no faltar

  • Abril/mayo: Romería de la Virgen de las Viñas

  • Última semana de agosto: Fiesta del vino, Día del Viticultor (ferias de Tomelloso)

Mesa, mantel y descanso

 

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