La Mancha podría postularse como destino interior de referencia en el próximo reajuste vacacional del verano.
Por su cercanía y comunicación con el resto de la Península; por su capacidad de oferta diversificada en cultura, enoturismo o naturaleza, y sobre todo, por ser el escenario y origen natural de la inmortal novela, La Mancha podría convertirse en la perfecta alternativa para las vacaciones estivales. Cortas de temporada, ajustadas en tiempo y con los presupuestos limitados, las vacaciones del próximo verano serán austeras en aquellos afortunados que dispongan de un merecido descanso.
Desde la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan (CR) se vislumbra la oportunidad de conocer mejor el “País del Quijote”, proponiendo un viaje de inmersión a la obra cervantina, a modo de peregrinación cultural, “visitando los lugares que esconden los secretos del alma de Miguel de Cervantes”.
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El turismo post(covid)
La limitación a la movilidad de las personas, las medidas de distanciamiento social y la recomendación de realizar desplazamientos en puntos de destino cercanos al lugar de residencia podrían afectar, a medio plazo, muy directamente al sector del turismo con una demanda y descenso en los viajes contratados.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) realizó en el mes de marzo unas primeras estimaciones sobre el impacto del coronavirus en el sector internacional. Según la OMT, “en 2020, las llegadas de turistas internacionales podrían disminuir entre un 20-30%, en comparación con el crecimiento de entre un 3% y un 4% previsto a principios de enero de 2020. Lo que se traduce en términos económicos, en “una pérdida de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares en el gasto de los visitantes internacionales (ingresos por turismo internacional).”
Unos primeros datos, aún provisionales, que incluso contrastan con los datos negativos del 2009, derivados de la crisis bancaria del 2008, cuando el volumen de ingresos turísticos se redujo en un 4 %.
Ante la adversidad, oportunidades
Aunque el panorama no es halagüeño en la coyuntura mundial, el sector del turismo ha manifestado una “resiliencia histórica” para solventar situaciones de adversidad.
Esta capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse puede convertirse en factores de oportunidad para el turismo de interior, donde a La Mancha, no le faltan recursos y poder de atracción.
En la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, vilumbran en el “PAÍS DEL QUIJOTE” una alternativa al turismo de playa de la periferia litoral.
Una ruta de ensueño para (re)descubrir al Quijote
Se trataría de una ruta, una especie de peregrinación cultural y casi espiritual como “verdadera inmersión en la obra cervantina visitando en diferentes localizaciones del corazón de la Mancha, los lugares que esconden los secretos del alma de Miguel de Cervantes.”
“La ruta de ensueño, que se puede recorrer en coche, la integran los municipios cervantinos de Alcázar de San Juan, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana y El Toboso, y permite adentrarse en los lugares reales en los que estuvo el propio Cervantes.»
Como adelanto, desde la Sociedad Cervantina alcazareña desgranan algunos encantos. “Alcázar de San Juan guarda en la iglesia de Santa María la Mayor la partida de bautismo de Miguel de Cervantes. En la Cueva de Medrano de Argamasilla de Alba surgió la historia que ha dado a conocer La Mancha fuera de nuestras fronteras. En los molinos de viento de Campo de Criptana, Cervantes ubicó la batalla más famosa de la literatura universal. En El Toboso, Dulcinea guarda su casa museo con el corazón de Don Quijote encerrado en ella.”
Las opciones en su conjunto pueden complementarse con otras actividades vinculadas a la naturaleza o el enoturismo, donde la Ruta del Vino de La Mancha amplia su abanico con otros municipios y bodegas.
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