“Mi primera cámara de cine la compré con el dinero ahorrado de una vendimia en La Mancha”
Charlamos sobre cine y vino con Gerardo Sánchez, director del mítico programa ‘Días de Cine’ de Tve.
Pudimos conocer a Gerardo Sánchez en el otoño de 2022, en la propia sede de la Academia de Cine, cuando el Consejo Regulador participó en la entrega de los Premios FlixOlé-URJC de Investigación de Cine Español, con una degustación de vinos de La Mancha al acabar la ceremonia. Sencillo y cercano, mostró un interés sincero por la variedad un par de tintos de La Mancha, alabando su calidad. Tan buena impresión le causaron los vinos manchegos que propuso repetir la fórmula unos meses después en el auditorio del Museo Reina Sofía como aderezo sensorial a los Premios anuales ‘Días de Cine’; una oportunidad, sin duda, magnífica para la Denominación de Origen La Mancha, de promocionar el vino en la capital madrileña conjugando vino y cultura, en este caso, con el mundo del celuloide.
En su agenda, encontramos un hueco para conversar con Gerardo Sánchez sobre su vida plena dedicada al cine, descubriendo sus pasiones enófilas y viejas complicidades de juventud con La Mancha. Lo hacemos en un ameno encuentro ‘bis a bis’, distendido y abierto, trufado de viejas citas al cine, junto a una copa de vino en la cantina del Matadero de Madrid, donde tienen los estudios de grabación de ‘Días de Cine’, uno de los programas más longevos en emisión de TVE.
La primera pregunta, es casi obligada, el vino como el cine, se disfruta, te gusta o no te gusta. ¿Las críticas y el análisis para los expertos?
Me gustan los vinos y aunque desconozco su vocabulario sé cuándo un vino está bueno y no está bueno. Me encanta comer con vino y siempre que puedo lo hago. Sobre cine me piden opinión y lo hago con las debidas prevenciones, mientras que en el vino, me dejo aconsejar.
Licenciado en CC. de la Información, comenzaste a trabajar en RTVE en 1982 (el año del mundial de Naranjito)…sin embargo, ¿de dónde nace esa pasión cinéfila?
Es una explicación muy sentimental pero muy real. De pequeñito, mi abuela me llevaba al Cine Usera, donde conocía al encargado, el señor Montero, en el barrio de Madrid, y nos colaba a las películas los miércoles. Luego más adelante, con 11 años o así, cayó en mis manos un libro de la colección Salvat, que llamó mi atención: ‘Vamos a hablar de cine’… y cosas del azar, cuando nos mudamos al barrio de Campamento, en Madrid, la calle donde viviría se llamaría ‘la calle del cine’. Con 13 años ya veía películas raras para mi edad que me dejaban fascinado como ‘Nosferatú’ o ‘El hombre ilustrado’. Con 17 años, me fui a vendimiar a la Puebla de Almoradiel, en Toledo, porque me quería comprar una cámara de Super 8 para hacer películas.
Así que vendimiaste en La Mancha…y ¿cómo fue la experiencia?
Fue bonita. La recuerdo con agradecimiento porque conocí a mucha gente maravillosa que vivía del campo. Me acuerdo de por ejemplo, el ‘tío Manolo’ y sus guisos en el perol para los almuerzos de la vendimia. No he olvidado esa experiencia en mi vida.
¿Esta joya de cámara es del año…?
1978 y funciona todavía. Yo vendimié de finales de septiembre a principios de noviembre porque llovió mucho y se retrasó bastante ese año. Con el sueldo de esa vendimia (añada 1978 fue Muy buena, por cierto) me compré mi sueño y esa cámara es fruto del vino.
Dicen que una vendimia en La Mancha, te marca…
Bueno a mí me marcó…no sé cuántos días seguidos comí patatas con bacalao (risas)
“Mi vendimia en La Mancha me marcó. No la olvido”.
Es cierto que cuando antes se vendimiaba como estudiante luego se valoraba más la suerte de ir a clase y estudiar.
Es duro. Yo estaba en forma en aquel entonces. Practicaba judo y atletismo y lo pude aguantar pero había otros muchachos también jóvenes y aguantaron una semana. Yo no tuve agujetas ni un solo día.
¿Y cual fue tu peor día de vendimia, el segundo o tercero?
Yo creo que el tercero. Es como esquiar. El primer día, fresco como una rosa. El segundo un poco de aquella manera…pero el tercer día estás reventado. Aunque lo llevaba bastante bien.
Sobre todo la “camaradería” que se crea con los compañeros de cuadrilla.
Sí, recuerdo cuando se paraba en los almuerzos a comer…es una enseñanza de vida. No se aprende en ningún libro.
Años después llegó tu idilio definitivo con el cine. Habrás visto miles de películas. ¿Alguna en la que te hayas ido de la sala?
Nunca me he ido.
¿Por respeto?
Sobre todo por respeto a lo que me ha costado la entrada (risas) y luego darles una oportunidad hasta el final aunque hay muchas que luego me he arrepentido.
Cine y pandemia: ¿ha salvado el sector esa bola de partido?
Pues algo que todos nos preguntamos ahora porque las cifras de espectadores no llegan todavía a los niveles prepandemia y es cierto que cambiaron mucho los hábitos. Aunque tenemos esperanza y queremos cines llenos, gente pasándoselo bien y películas para todos los públicos.
¿Cómo romper entonces con el hábito y la pereza del sofá y las plataformas digitales para que la gente acuda al cine?
Yo esta pregunta me la respondo recordando a un personaje interpretado por Martin Landau en la película ‘The majestic’ (2001), cuando ante un cine cerrado decía: ‘A quedarse en casa con ese trasto (la tv) ¿se le puede llamar espectáculo? ¿dónde está la magia?…el cine no deja de ser una continuación de lo que ya hacían nuestros primeros ancestros cuando después de una partida de caza, se reunían en torno al fuego y se contaban historias. La pantalla de cine es como esa hoguera que nos daba calidez.
Y ya que nos ponemos transcendetales…la eterna pregunta: ¿cine para entretener o hacer pensar?
Yo quiero el cine que me haga pensar entreteniéndome. Te diría aquello que respondía Paul Newman sobre sus aventuras extramatrimoniales ‘si puedo tomar un bistec estupendo todos los días porque buscar una hamburguesa fuera…’ pero siguiendo el simil, te puedo afirmar que veo todo tipo de películas y si son entretenidas bienvenidas sean aunque me gusta salir del cine con películas que me han pensar, incluida comedias.
“Una buena película es la que te cambia antes y después de verla.”
Has vendimiado y sabes el proceso y valor del vino. ¿Cuáles son tus momentos de vino cuando realmente desconectas?
(Risas) Me encantan las escenas cuando el personaje llega a casa y se descorcha tranquilamente una botella. Yo nunca puedo hacerlo porque siempre voy atacado. Procuro disfrutarlo cuando estoy en casa, en las comidas. Como solo lo tomo yo a veces tengo que comprar botellas pequeñas.
“La vendimia es una enseñanza de vida que no se aprende en los libros”
7 de 7, en clave personal
Aroma o sabor de la infancia Las torrijas
Un plato al que no te resistes Lentejas con chorizo
Tu canción favorita `All Along The Watchtower» en version de Jimi Hendrix
La película que más veces has visto ‘2001, odisea en el espacio’, de S. Kubrick
Escritor o cantautor que nunca te defrauda Bob Dylan o Stenvenson
Tu primer pensamiento al despertar es…qué suerte tengo de estar aquí
En un viaje en el tiempo, ¿con quién te tomarías un vino de La Mancha? Con Don Quijote o con Cervantes, su creador.
